Barrer y fregar son labores que no resultan demasiado agradables ni gratificantes. Cuantas señoras (y lo digo porque lo del reparto de tareas no es que estuviese demasiado extendido hace siquiera unas pocas décadas) hubieran dado lo que fuera por poder salir de casa a hacer los recados mientras las tareas domésticas quedaban al cargo de un robot. Pues eso ya ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad, tal vez no al alcance de todos, pero tampoco en exclusiva de una minoría pudiente. Ahora contar con un robot doméstico que friegue el suelo, corte el césped o barra es posible gracias a empresas como iRobot e Iberobotics que cuentan con una gama de estos artilugios tan populares como los robots aspiradora y sus primos, los robots mopa o los robots abrillantador. Su precio varía entre  los 150 y los 500 euros dependiendo de lo sofisticados que sean y de la marca que los comercialice. Los más novedosos en el mercado cuentan con visión artificial, que les permite saber por dónde han limpiado ya y por dónde no, e ir recorriendo toda la casa. Pero estos robots también tienen su espacio en el jardín. De hecho allí iniciaron su andadura: cortacésped, limpia-piscinas…

Aunque su tecnología es la de un robot, su aspecto y su manejo es más similar al de un electrodoméstico. De hecho una parte importante del éxito de estas ‘maquinas’ se debe a la aceptación en el sector de los mayores de 50 años, ya que cuanta más inteligencia tiene un aparato, menor esfuerzo requiere. Su éxito parece asegurado. De hecho, este tipo de aspiradores y limpiadores domésticos que funcionan solos, hasta ahora territorio de la pionera iRobot con su gama de aspiradores Roomba y el robot que friega el suelo, Scooba, ahora tienen también su lugar en marcas más populares como Samsung y LG, que han desarrollado recientemente aparatos similares.   

Pero la siguiente generación de robots ya está a las puerta de las casas: los robots-vigilantes o de  supervisión doméstica, preparados tanto para funciones de seguridad como de acompañamiento y entretenimiento, aunque hay que advertir que la utilidad de estos dos robots aún es limitada, estando más cerca de los robots-juguete o de entretenimiento que de un robot doméstico.

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