Un hogar en verde

Desde hace años la sociedad está mucho más concienciada con los problemas del planeta, haciendo que el concepto de ecología empiece a aparecer en muchos ámbitos de la vida. Así, a lo largo del día intentamos tener gestos que beneficien al planeta; procuramos reciclar, adoptar conductas menos agresivas con el medio ambiente, pero ¿lo hacemos a la hora de decorar nuestra casa?


 


Casi todo el mundo está más o menos al tanto de los electrodomésticos eficientes, respetuosos con el medio ambiente, o de los sistemas de frío y de calor de los hogares que procuran no agredir el entorno natural y gastar la menor cantidad de energía posible y en los que en uno y otro caso se trata de guardar el mismo respeto por la naturaleza en el proceso de fabricación. Sin embargo, en el otros elementos del hogar, los más puramente decorativos


 


Lo cierto es que el concepto de la ecología en la decoración aún está poco extendido, pero poco a poco se va abriendo paso. Un ejemplo, son los muebles. Debemos pensar en que sean 100% naturales y con una fabricación que respete el medio ambiente, hechos con materiales naturales, orgánicos o reciclados y en la mayoría de los casos elaborados de modo artesanal. Una de las opciones es decantarnos por los elaborados en madera, material ecológico por excelencia por ser biodegradable y poco contaminante, aunque tiene el inconveniente de que para su obtención hay que talar árboles con la consiguiente deforestación. Por ello debemos asegurarnos de que la madera con la que se han construido procede de bosques sostenibles, es decir, que no se han talado de forma indiscriminada. Para ello los muebles deberán presentar el sello FSC (Forest Stewardship Council). Por lo general, cuando nos decantamos por un mobiliario en maderas como nogal, pino, roble, castaño o cerezo no debemos tener ninguna duda de que provienen de negocios sostenibles. Más cautos hay que ser si el material empleado en los muebles son maderas ‘exóticas’ como el iroko o el Ipe, ya que suelen provenir de áreas como Indonesia, donde trabajan con materias primas obtenidas de forma que se destruye la biodiversidad de esos países.


 


A la hora de aplicar el concepto de ecología también juega un portante importante la imaginación. Así, en los últimos años están surgiendo propuestas como la del mobiliario hecho con cartón, que se pueden pintar, entelar, decorar con tizas, etc. y que incluso permiten hacérnoslos nosotros mismos, aunque ya se encuentran empresas dedicadas a su construcción como la firma valenciana Okupa, que utiliza como materia prima el kraft, un tipo de cartón 100% reciclable muy resistente al peso, al fuego o al agua, acabando con la idea preconcebida de la supuesta debilidad de este material. Incluso en el mobiliario de la cocina pueden estar presentes elementos facturados a base de papel, como las encimeras de Living Green hechas con Paperstone (Piedra de papel), una mezcla de papel reciclado y resina a base de agua que se solidifica consiguiendo una superficie que resiste hasta 350 grados y que puede presumir de una gran durabilidad. La alternativa perfecta a las tradicionales encimeras de mármol o aluminio.


 


Pero no únicamente el mobiliario de nuestro hogar puede ser ecológico. Podemos ir un paso más allá y remplazar nuestra vajilla y cristalería por platos de madera o bambú y vasos de cristal reciclado y que alfombras, cortinas, la ropa blanca y la de cama sean de tejidos naturales como el algodón, que además de hacer de nuestra casa un ‘espacio verde’, nos ayudarán a evitar complicaciones con alergias.

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