En verano es algo más que habitual que nos entre agua en los oídos. A veces, simplemente con agitar un poco la cabeza el problema se soluciona, pero otras puede producirnos infección, molestias y hasta dolor. Por eso, te damos unos sencillos trucos para protejas tus oídos del agua:
- Saltar a la pata coja: es la técnica más habitual. No es raro ver a alguien en la playa o en la piscina haciéndolo y ¡la verdad es que funciona! Lo ideal es inclinar la cabeza hacia el lado del oído que tiene agua, de esta manera haremos que salga rápidamente.
- Tumbarse hacia el lado del oído colocando nuestra mano de tal manera que haga tapón en él. De esta manera, al soltar la mano haremos que el agua vaya hacia fuera. Si la primera vez que lo hacemos no funciona, podemos repetirlo.
- Hacer que masticamos o directamente masticar algo como puede ser un chicle. El movimiento que hacemos al masticar, muchas veces libera el agua que se queda retenida en nuestros oídos. Intentar bostezar también sirve.
Y si estamos en casa, los trucos son un poco más sofisticados:
- Hacer gárgaras: si estamos en casa, podemos hacerlas con agua y sal. Esta acción hace que liberemos rápidamente en agua de nuestros oídos.
- Utilizar un secador de pelo: quitarnos la humedad con el secador a una potencia mínima y con una distancia razonable para no quemarnos también es un buen método.
De todos modos, si vemos que somos muy propensos a que nos entre agua en el oído o a sufrir infecciones, lo ideal es no sumergir la cabeza en el mar o en la piscina y utilizar tapones especiales que venden en la farmacia.
Ahora ya solo nos queda seguir disfrutando del verano y ¡al agua patos!
