Todos contra el cáncer: prevenir, la mejor medicina

El 4 de febrero es el Día Mundial contra el cáncer, una de las principales causas de muerte en España. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)  se estima que en nuestros país el número de casos se ha disparado hasta un 12% en los últimos años, y solo en 2019 éstos alcanzarán los 277.700 diagnósticos.

Aproximadamente el 40% de los cánceres se podrían evitar si se trataran a tiempo y si lleváramos unos hábitos de vida saludables. Aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y el control de esta enfermedad es fundamental para conseguir reducir el número de muertes.

Los malos hábitos alimentarios, el tabaquismo, el envejecimiento y la exposición a otros factores incrementan el riesgo de sufrirlo. Por fortuna, la prevención, detección precoz y un tratamiento adecuados resultan cada vez más eficaces. Precisamente en estos tres puntos la alimentación resulta clave. Sí, porque un correcto plan de nutrición podría ayudar a prevenir en hasta un 40% el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer -mama, colon, recto, riñón, esófago y otros-. El término “prevenir” no está escogido al azar, pues cabe recalcar que no existen alimentos milagrosos que curen la enfermedad. Se trata, sencillamente, de que nutrirse correctamente puede prevenir la aparición de determinados tipos de cáncer. En cualquier caso los factores genéticos y ambientales son claves.

En cuanto a la prevención, algunos cánceres envían señales de alarma que no debemos ignorar. Detectar un tumor maligno en una fase muy precoz puede resultar vital. Estos son algunos de los síntomas que debemos tener en cuenta según la Asociación Española contra el Cáncer (aecc):

  1. Un bulto, un nódulo, una úlcera o una herida que no cicatriza: no hay porque vivir con miedo a todo, pero debemos acudir al médico si notamos que ese bulto, llaga o herida no curan cuando deberían o duran más de lo habitual. Lo normal es que los bultos sean benignos, pero mejor descartar problemas mayores.
  2. Dolor persistente en el tiempo: en general, los dolores no tienen porqué estar ligados a un tumor, pero si el dolor dura mucho en el tiempo y no disminuye con analgésicos u otros medicamentos, lo correcto es acudir al médico para que tratarnos con mayor precisión.
  3. Si tenemos una mancha o lunar que cambia de tamaño o de forma: los melanomas se suelen caracterizar por asimetría, bordes irregulares, cambios de color, un diámetro mayor de 6 mm o variaciones de aspecto. Si nos ocurre algo parecido a alguno de estos síntomas, debemos pedir hora con nuestro dermatólogo, es la mejor manera de salir de dudas.
  4. Sangre o hemorragias: las más comunes son las vaginales, urinarias o del tubo digestivo y lo normal es que se deban a una infección en la orina, etc. pero si persisten, hay que hacerse cuanto antes un diagnóstico para que sea el médico quien estudie el origen del problema.
  5. La tos o ronquera persistente: sobre todo los que son o han sido fumadores deben tener especial cuidado con esto. En el caso de que se prolongue más de 15 días a pesar de estar tomando medicación, de debe acudir al otorrinolaringólogo.
  6. Cambios de hábitos urinarios o intestinales: el escozor, las ganas de orinar por la noche, pasar del estreñimiento a la diarrea, son cambios que deben consultarse con un médico para asegurarnos de que todo está bien.
  7. Pérdida de peso no justificada.

Nadie conoce el funcionamiento de nuestro cuerpo mejor que nosotros, por eso es vital que no dejemos a un lado los pequeños problemas que puedan surgirnos. Para luchar contra el cáncer, lo primero es prevenirlo y los segundo es mirar los problemas de frente, porque en caso de que haya que tratarlo siempre es mejor contar con el tiempo a nuestro favor.

Foto: Google Imágenes

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