Tener hijos: objetivo de empresa

No es una cuestión baladí, si no un problema a escala internacional que tiene su ejemplo más claro en la más envejecida de las naciones del mundo: Japón. Los bajos índices de natalidad, 1,34 muy por debajo del 2,0 necesario para que la población no disminuya progresivamente, han llevado a que el gobierno nipón tome diferentes medidas que incentiven a las mujeres japonesas a procrear pero la repercusión de éstas ha sido mínima. Ahora, también las empresas se toman como propio el objetivo, ya que tarde o temprano repercutirá en el número de personas que pueda emplear y ritmo de producción no puede verse frenado por eso.

En esta línea, el gigante de la electrónica Canon ha incluido una peculiar obligación para sus trabajadores. Según informaba hace unos días la CNN, la compañía ha puesto en práctica el programa “luces apagadas”, por el que se exige a los empleados que acorten dos días a la semana su jornada hasta las 17.30 horas con el propósito de que estén más tiempo con sus parejas y se dediquen a tener hijos. En Japón la jornada laboral tiene entre 12 y 16 horas de ahí que esa reducción haya traído consigo una reacción nada deseada: el sentimiento de culpabilidad de los trabajadores por abandonar tan pronto el lugar de trabajo.

Dicha consecuencia solo se puede explicar conociendo la mentalidad de los nipones, extremadamente prácticos, unido al alto coste de la vida en Japón – que no permite a muchas parejas a independizarse o pensar en prescindir de parte del sueldo- y los prejuicios que existen en torno a la maternidad. Sin embargo, con la misma practicidad se está tratando de dar otro enfoque a lo que ha resultado ser una cuestión de Estado: el vertiginoso envejecimiento de la población lleva a un aumento de los gastos sociales al mismo tiempo que disminuya la productividad. Al menos, de esta manera se les pretende convencer de que aumentar la natalidad no solo es bueno para su familia si no fundamental para el funcionamiento de todo el país.

Comentarios

Deja un comentario