Tribales, con letras chinas, temporales y hasta carcelarios. Los tatuajes han existido siempre. Algunos por motivos sentimentales, como los de los soldados que combatían en la guerra y se grababan en la piel el nombre de sus seres queridos para recordar el motivo por el que estaban luchando; otros, para reivindicar algo, como los presos que se tatúan símbolos contra la policía o para dejar clara su antigüedad entre sus compañeros; y otros, simplemente, por una cuestión estética, para decorar o resaltar alguna parte del cuerpo e incluso, como maquillaje permanente.
El caso es que aunque ahora son muchos los jóvenes que se tatúan por una cuestión de moda, rebeldía o para recordar un momento especial, nosotros ya fuimos pioneros en esto y en una época en la que todo era mucho más complicado y la mente de la gente era mucho más cerrada de lo que es hoy.
Hace cuarenta o cincuenta años, no era tan habitual como ahora tatuarse la piel. De hecho, solo presumían de esto los marineros (entre los que era normal dibujar en su brazo una estrella que les permitía orientarse después de varios días navegando), legionarios o rockeros (quizá, los más arriesgados, ya que, al igual que ahora llegaban a grabarse dibujos en toda su anatomía).
Las personas tatuadas no estaban bien vistas y a la hora de encontrar un trabajo, la dificultad se multiplicaba. En cuanto a las mujeres, era prácticamente imposible aceptar que pudieran decorar su cuerpo.
A pesar de todo, los mayores también fuimos arriesgados, nos rebelamos contra lo establecido y luchamos por la libertad individual. Hoy en día, hay muchas muestras de que esto fue así, y, sin duda, los tatuajes son una de ellas.
Es probable que nos echemos las manos a la cabeza cuando nuestros nietos lleguen a casa con un tatuaje que le acompañará el resto de su vida, pero quizá dentro de muchos años, ese dibujo de un joven rebelde tenga tanto valor y tantos recuerdos como los que guardamos nosotros en nuestra mente y, por qué no, en nuestra piel.
Y a ti, ¿qué te parecen los tatuajes? ¿te animas a hacerte uno?
