Si escribimos que RENFE es la propietaria del tren más lujoso del mundo algunos pensarán que estamos de guasa. Otros, en cambio, recordarán que hasta hace apenas un par de años surcaba las vías férreas andaluzas un fabuloso convoy de 300 metros de largo formado por vagones restaurados de los años 30 y que respondía al nombre de Al-Andalus Expreso.A la usanza de los grandes trenes de este tipo que hoy quedan en servicio en el mundo, ya sea por mantenimiento de una larga tradición o por la iniciativa de empresarios amantes del mundo ferroviario, el Al-Andalus era un gran hotel rodante que incluía dos restaurantes, una sala de juegos, una cuidada estética Belle Epoque y que enfilaba como perlas las más hermosas ciudades andaluzas. Y su denominación, claro está, fantaseaba a la manera del exotismo orientalista de un Washington Irving o un Jan Potocki con ese mundo en el que tantos reflejos de la presencia musulmana se siguen viendo.Pero la empresa consorciada por Marsans, Halcón y la propia RENFE que gestionaba el Al-Andalus, Iberrail, quebró. Y el expreso se quedó en vía muerta, abandonado en una cochera de la sevillana estación de Santa Justa como quien sufre una súbita venganza de ese tiempo que parecía haber desafiado.
Mas recientemente se supo que tres compañías especializadas en trenes de época pugnaban por hacerse con la licencia de explotación del vehículo. Al final ha sido FEVE la que ha alcanzado un acuerdo con RENFE y se dispone a reabrir las lineas de un proyecto que quedó abortado antes de que pudiera alcanzar la aureola legendaria que nimba a algunos de sus semejantes.
El nuevo Al-Andalus afrontará ahora ese desafío. Restaurará los trayectos por su espacio natural –el compromiso contempla 18 viajes andaluces al año- con partida en Sevilla y escalas en Córdoba, Granada, Baeza, Úbeda, Ronda y Jerez de la Frontera. Pero la gran novedad es que también incorporará un circuito ibérico que permitirá huir del sur cuando en verano el gentil y grácil interior de Andalucía muestre su rostro más intratable. Aunque la gira no evite las ciudades castellanas como Ávila y Toledo o la mismísima Madrid desde la que saldrá.
Los precios del Al-Andalus nunca fueron su baza ganadora para el público masivo. Los que quieran ir preparando el bolsillo que piensen en apoquinar unos 3.200 euros por un periplo de 6 días. Pese a todo, los responsables de FEVE aseguran tener ya apalabrados contratos con tour-operadores de todo el mundo. Y aún así, será sólo la versión menos exclusiva de lo que se adviene, porque la empresa sabe que su negocio consistirá en aquellos cruceros privados y hechos a medida. Y en los que quienes los reclaman no preguntan por el monto de la broma.
Ahora bien, si eres millonario (o puedes convencer a alguno) difícilmente encontrarás un escenario más delicioso para celebrar no importa demasiado qué.