Todavía no conocemos la receta de la eterna juventud, lo que sí sabemos es que los mayores cada vez estamos mejor. Lejos han quedado esas imágenes de personas que sólo por el hecho de cumplir años dejaban de cuidar su aspecto físico y pasaban a aparentar mucha más edad de la que tenían. Los mayores de ahora, somos jóvenes con más años y sobre todo, nos sentimos bien, por dentro y por fuera ¡y eso se nota!
También es verdad que estar así no es por casualidad sino que estamos mucho más concienciados y tenemos unos hábitos de vida mucho más saludables que los que tenían nuestros antecesores.
Una alimentación sana es fundamental para tener una buena calidad de vida. Lo que comemos repercute en nuestra salud de forma directa, por eso es importante conocer qué alimentos nos ayudan a mantenernos jóvenes y cuáles son especiales para evitar las tan temibles arrugas:
- La fruta: comer varias piezas de fruta al día debería ser obligatorio para todos, debido a la gran cantidad de vitaminas y nutrientes que contienen. Hay quien dice que son mejores entre las comidas que como postre, pero en cualquier caso y siempre que nos sienten bien, debemos tomarlas cuando más nos gusten. Las de temporada suelen ser las mejores: manzanas, peras, plátanos en invierno, que además son de una excelente calidad, naranja durante todo el año, en zumo o pelada directamente para postre, y las refrescantes frutas de verano como son la nectarina, las cerezas, la sandía, etc. Para la piel, las más recomendadas son las que tienen antocianinas, es decir, los arándanos, las moras, las bayas, etc. que son algunas de las más conocidas por tener este tipo de antioxidante.
- La verdura: las mejores para mostrar una piel radiante son los vegetales verdes como las espinacas o el brócoli que aportan a nuestro organismo ácido fólico, calcio y una gran cantidad de vitaminas y minerales, algunas, incluso, tienen un alto componente de vitamina K, lo que hace que tengamos una buena circulación sanguínea, disminuyan las varices y podamos lucir una piel estupenda.
- El pescado: muchos disminuyen la inflamación y además, suben el estado de ánimo, pero los ricos en ácidos grasos como el omega 3 aportan a nuestra piel un extra de belleza
- Los cereales: tienen un bajo índice glucémico, protegen contra la diabetes y las enfermedades del corazón, pero además, contienen una gran variedad de vitaminas, minerales y fibra que ayudan a la salud y también a la de la piel.
- El aceite de oliva: es bueno para casi todo, de ahí que la dieta mediterránea lo tenga como uno de sus ingredientes principales. Mejora la circulación, fortalece las membranas de las células de la piel, da humedad a la dermis, por lo que hace que no se seque y a su vez que evita las arrugas, etc.
Todo esto sumado a la práctica de ejercicio físico, a evitar las bebidas alcohólicas y el tabaco, a tomar el sol con la protección adecuada y, en definitiva a cuidarnos hace que nuestra piel se siga viendo joven a pesar del paso de los años.
