Dada la situación, está claro que lo que toca ahora es apretarse el cinturón y, si bien, parece que el nuevo gobierno se está tomando muy en serio las reformas en materia de familia, también parece que cuando se topan con los recortes económicos, éstos últimos son prioritarios.
De este modo, analizando la reforma laboral, nos encontramos con que presenta importantes modificaciones legislativas en cuanto a algunos temas que afectan a la maternidad. Una de las más significativas es la derogación de la bonificación de 100 euros mensuales en cuotas empresariales de contingencias comunes, que hasta ahora se percibían durante los cuatro años siguientes a dar a luz.
Además, se ha paralizado la entrada en vigor de la ampliación del descanso de paternidad que estaba previsto que pasara a ser de cuatro semanas; dos más que las que se pueden disfrutar actualmente. La aplicación de esta medida se suspendido hasta el 1 de enero del próximo año, cuando esperamos que, por fin, pueda llevarse a cabo.
Por último, hay que señalar los cambios en cuanto al disfrute de las horas correspondientes a la lactancia. Hasta ahora, las nuevas madres podían juntar la media hora diaria que les corresponde, ampliando su baja maternal de 16 semanas durante 2 semanas más. Sin embargo, la nueva norma no permite tal acumulación y obliga a llevar a cabo una reducción diaria de media hora en el horario que marque el convenio establecido.
Para muchos, estas medidas que se desprenden de la nueva Reforma Laboral le hacen un flaco favor a dos cuestiones de vital importancia -también para sacar adelante la economía del país- como son el fomento de la natalidad y la conciliación de la vida familiar con la vida laboral. Sin embargo, y dadas las circunstancias económicas de nuestro país, habrá que ver cómo funciona su aplicación antes de valorarlo.
