Punta Cana, en el extremo oriental de la República Dominicana, es exactamente lo que reflejan las típicas postales del Caribe: cuarenta kilómetros de arena blanca, cocoteros que se balancean y más de 35 complejos hoteleros (que por ley no pueden superar la altura de una palmera).
Los turistas europeos descubrieron hace mucho tiempo Punta Cana y ahora se está poniendo de moda entre los norteamericanos. En esta asequible escapada tropical, la mayoría de los visitantes eligen hospedarse en complejos hoteleros “todo incluido”. La ciudad en sí no es un atractivo turístico; el principal objetivo de ir a Punta Cana es disfrutar del descanso junto al mar.
Son infinitas las atracciones que encontrará. Tours históricos, visitas a islas cercanas, viajes en jeep, y muchas más. Tal vez os agraden los deportes como golf, buceo, pesca de altura, snorkel o ski acuático. Aquí hallarán todo esto y mucho más. Pero si lo que buscan es diversión nocturna, aquí hay mucho para ofrecer: discotecas, casinos y espectáculos musicales donde, al ritmo del merengue, disfrutará de un momento inolvidable.
Si bien la gran mayoría de los hoteles tienen galerías y pequeños comercios, a la hora de las compras es recomendable visitar los mercados locales, donde se encuentran artesanías, como máscaras pintadas a mano y demás productos, como el ámbar, el ron y los puros.
No podemos dejar de mencionar su rica gastronomía. En un viaje a Punta Cana puedes disfrutar de una suculenta comida sin salir del hotel donde estés alojado. La mayoría de ellos disponen de una amplia variedad de restaurantes de diferentes especialidades y temáticas que combinan tanto la gastronomía dominicana como la internacional. Y no te vayas de Punta Cana sin probar los dulces criollos, lo más destacado de la comida típica. Están elaborados a base de leche, coco, naranja, ciruela y otras frutas tropicales.
Más allá de lo que podamos transmitirte desde estas líneas, cuando llegues a este increíble paraíso te darás cuenta que no hay palabras ni imágenes que logren explicar con realismo la belleza del lugar.
