Ya que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, dediquémosle la importancia que se merece el sueño para lograr que sea verdaderamente reparador. Además, un buen sueño nos aporta mayor vitalidad, rendimos más y, en consecuencia, nos sentimos más alegres. Según los médicos, los adultos deben dormir una media de siete u ocho horas cada noche para estar descansado. Sin embargo, la mayoría no descansamos lo recomendable para nuestra salud.
Aunque cada persona es un mundo, en muchas ocasiones, la sensación de cansancio y los problemas de espalda vienen de no usar el colchón adecuado. El colchón perfecto es el que se ajusta a nuestro cuerpo, ¡y no al revés!, por ello a la hora de elegir un colchón debemos tener en cuenta nuestras condiciones físicas: peso, estatura, sensibilidad de la piel, elasticidad ósea,… El resultado será un sueño más aprovechado, es decir, que necesitaremos menos tiempo de sueño que con un colchón estropeado o que no se adapte a nuestras características físicas.
En cualquier caso, y aunque las condiciones de descanso sean distintas para cada persona, os facilitamos las recomendaciones generales que para la Asociación Española de la Cama (ASOCAMA), son fundamentales para un buen sueño.
En primer lugar hay que asentar una serie de hábitos en nuestra vida diaria como acostarse y levantarse a la misma hora; exponerse durante el día a la luz natural; llevar una vida activa; realizar ejercicios de relajación antes de acostarse; cenar de forma ligera; mantener el dormitorio con una temperatura templada; utilizar ropa de cama cómoda, y utilizar el dormitorio sólo y exclusivamente para dormir.
Aparte de estos hábitos, hay que procurar que nuestra cama sea ergonómica e higiénica. Ergonómica para una correcta sustentación que garantice que nuestra columna vertebral descansa totalmente alineada.
El colchón, además, debe ser confortable y sin generar puntos de presión que nos mantengan “medio despiertos” y reduzcan la eficacia del sueño; transpirable, para impedir la condensación de la humedad.
De acuerdo con nuestras condiciones físicas la cama ideal… debería medir 15 cm. más que nosotros, con un ancho de 90 cm. como mínimo para una persona y de 150 cm para dos. Finalmente, recuerda que ”si tu colchón tiene más de diez años, no tienes colchón”.
Aunque cada persona es un mundo, en muchas ocasiones, la sensación de cansancio y los problemas de espalda vienen de no usar el colchón adecuado. El colchón perfecto es el que se ajusta a nuestro cuerpo, ¡y no al revés!, por ello a la hora de elegir un colchón debemos tener en cuenta nuestras condiciones físicas: peso, estatura, sensibilidad de la piel, elasticidad ósea,… El resultado será un sueño más aprovechado, es decir, que necesitaremos menos tiempo de sueño que con un colchón estropeado o que no se adapte a nuestras características físicas.En cualquier caso, y aunque las condiciones de descanso sean distintas para cada persona, os facilitamos las recomendaciones generales que para la Asociación Española de la Cama (ASOCAMA), son fundamentales para un buen sueño.
En primer lugar hay que asentar una serie de hábitos en nuestra vida diaria como acostarse y levantarse a la misma hora; exponerse durante el día a la luz natural; llevar una vida activa; realizar ejercicios de relajación antes de acostarse; cenar de forma ligera; mantener el dormitorio con una temperatura templada; utilizar ropa de cama cómoda, y utilizar el dormitorio sólo y exclusivamente para dormir.
Aparte de estos hábitos, hay que procurar que nuestra cama sea ergonómica e higiénica. Ergonómica para una correcta sustentación que garantice que nuestra columna vertebral descansa totalmente alineada.
El colchón, además, debe ser confortable y sin generar puntos de presión que nos mantengan “medio despiertos” y reduzcan la eficacia del sueño; transpirable, para impedir la condensación de la humedad.
De acuerdo con nuestras condiciones físicas la cama ideal… debería medir 15 cm. más que nosotros, con un ancho de 90 cm. como mínimo para una persona y de 150 cm para dos. Finalmente, recuerda que ”si tu colchón tiene más de diez años, no tienes colchón”.
