Por los caminos de la buena vida

Cierto es que hay facetas de la realidad que se resisten a ser cifradas. Un atardecer en Venecia seguro que debe compensar de muchas de sus incomodidades y el estallido de olores, sabores y colores de la plaza Djemaa el Fna de Marrakech hace sin duda más llevadero su duro clima o escasa proyección profesional.

Pero no son esas ambigüedades las que una consultora como Mercer tiene en cuenta cuando confecciona su lista de ciudades con mejor calidad de vida: si se toman en cuenta 39 criterios sociales, económicos, culturales o políticos y se examinan bajo su luz 215 urbes de todo el mundo, ninguna de las dos antedichas figura entre las ciudades con mayor calidad de vida.

Ese privilegio, por el contrario, corresponde a Viena, que sube un escalón y desbanca a la vencedora de los dos años anteriores: Zürich. El resto de puestos de honor se los reparten Ginebra que repite la tercera plaza y la canadiense Vancouver y Auckland en Nueva Zelanda que vuelven a empatar en el cuarto puesto.

El estudio, cuya curiosa función es dar criterios a empresas y gobiernos de las necesidades de sus trabajadores expatriados, valora las tasas de desempleo, la relación entre sueldos y precios, la eficiencia de los servicios públicos, su calidad medioambiental o su entorno cultural para elaborar el ranking. En una palabra, lo fácil y grato que resulta vivir en un sitio.

Hay que descender hasta el puesto 42 para dar con Barcelona, que mantiene su posición, aunque salga perjudicada en la comparación con otras capitales europeas como Berna, Munich, Düsseldorf o Copenhague, todas entre las 11 mejores del mundo. Peor le va todavía a Madrid, que desciende 5 plazas y se queda en la número 48. Con todo, Europa resulta ser el continente más apacible para el desarrollo de una vida completa: Ámsterdam, Bruselas, Berlín, Luxemburgo Estocolmo, Oslo o Dublín aparecen en lugares altos de la lista.

También Canadá, con cuatro ciudades entre las primeras u Oceanía se muestran entre los emplazamientos más favorecidos. Por el contrario, Asia u África siguen a la cola: Port Louis en las Mauricio es la más plácida de África con su octogésimo segunda posición, mientras que Dubai se emplaza en el 77.  Solo Japón o Singapur rompen la tendencia, mientras que las nuevas potencias emergentes como India o China no asoman por encima del puesto 113 (Pekín) o 140 (Bangalore). Por su parte, los altos índices de inseguridad también gravan a América Latina. San Juan de Puerto Rico, su mejor metrópolis, es la número 76 del orbe, seguida de Montevideo en el puesto 76.

Mientras, ciudades como Bangui en la República Centroafricana, Port au Prince en Haití, Dhaka en Bangla Desh o, cómo no, Bagdad, siguen sin salir del hoyo. Conflictos armados, corrupción y pobreza son serios óbices a su progreso.

Posiblemente no será eso lo que muchos busquemos en un viaje, y hasta es posible que nos parezcan discutibles los principios con los que se confecciona el informe, pero si queremos pasar nuestras vacaciones en una ciudad eficiente, próspera y con calidad de vida, aquí os hemos dejado unas pistas.

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