Pequeñas perlas para el paladar

Algo como las huevas de un pez que en principio puede parecer incluso un desperdicio es un auténtico manjar cuando de lo que se trata es de las huevas del esturión: el caviar. Manjar refinado y codiciado por los gourmets, no sólo es un lujo per se, sino también todo el ritual para su consumo como las cucharillas vermeil, porcelana o marfil para servirlo (casas como Cartier han diseñado utensilios para el caviar) o su acompañamiento por Champagne o cava seco o Vodka. El caviar más preciado es el procedente de las especies que se encuentran en el Mar Caspio: costa iraní y rusa. Por variedades destaca el Beluga (el más caro), del pez de agua dulce de gran tamaño por lo que las huevas son grandes, de color gris claro o negro, frágiles y bien separados. El más abundante y el menos caro es el Sevruga, de huevas pequeñas y de un color gris claro – oscuro de textura cremosa.

Sibaritismo a la enésima potencia en cuanto a caviar se refiere es la adaptación del concepto ‘take away’ al caviar de lujo. La firma francesa Kaviari es una de las más significativas en lo que a caviar se refiere y acaba de lanzar la línea En K de Caviar, unas pequeñas latas portátiles de esta delicatesen que permite su consumo modo de aperitivo diario en cualquier lugar. Son 15 gramos de las más exquisitas huevas de caviar (cuyo precio oscila entre los 35 y los 40 euros) encerrados en un pequeño recipiente de diseño vanguardista (disponibles en seis tonalidades de tendencia muy actual: negro, dorado, plateado, azul índigo, fucsia y verde manzana) junto con una cucharilla listo para degustar. Para esta gama se han escogido dos tipos de caviar excepcional: Kristal, muy suave, con un ligero gusto a frutos secos y dulce, y Osciètre, de sabor fino, afrutado y yodado, y de un color amarillo dorado tirando a marrón.

enkcaviar

Mismo concepto pero sin duda menos glamouroso es el puesto en marcha por Beverly Hills Caviar con sus máquinas expendedoras de caviar, ofreciendo una selección de los tipos más finos del mundo. De momento se han instalado tres de estas máquinas en centros comerciales de lujo de Los Angeles, y el coste de la ración ronda los 400 €, plato y cuchara de madreperla incluidos. Las expendedoras están fabricadas a modo de caja fuerte y para acceder a ellas hay que concertar cita para apretar virtualmente el botón seleccionado mientras tres cámaras de seguridad le graban a uno.

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