Según los datos recabados por Fundación Diagrama, sólo uno de cada ocho padres reconoce estar siendo víctima de maltrato por parte de sus hijos. Los agravios pueden ser tanto físicos, como verbales o psicológicos y, quienes los sufren, a menudo no son capaces de reconocer la angustiosa situación en la que se encuentran inmersos. La pregunta es: ¿Por qué? Y la respuesta es mucho más sencilla y más obvia de lo que parece: suele tratarse de vergüenza. A ningún progenitor le gusta reconocer que su hijo, al que ha entregado su vida y su cariño, no sólo no le responde de manera recíproca, sino que lo hace de forma violenta, ofensiva y degradante. Otro factor importante es el miedo, un temor que tiene su origen no en el maltrato del que pueden ser víctimas si denuncian, sino en la posibilidad de ver a su hijo encarcelado o viviendo una situación desagradable. A fin de cuentas -piensan casi todos- aunque te trate mal, un hijo siempre es un hijo. Tal puede ser la ceguera de los propios padres que muchas veces son otros parientes quienes denuncian la situación y es que este problema familiar, que hasta ahora solía estar relacionado los problemas psicológicos o con la drogadicción, hoy se ha convertido -según apunta Javier Martínez, director de centros y programas de la Fundación Diagrama- en un problema que nace de la propia educación impartida por los padres, quienes en ocasiones “equivocan lo que es la familia democrática, pensando que es que el hijo haga lo que quiera”.
Pues bien, esta situación se puede parar y es mejor hacerlo cuanto antes. Gracias a programas como “Ayúdate ayudándole” los padres maltratados tendrán a su alcance la posibilidad de recibir apoyo y asesoramiento de profesionales que enseñan pautas de conducta para actuar en estos casos. Se trata de una iniciativa pionera -fruto de la colaboración entre el Gobierno de la Rioja y Fundación Diagrama- que ha sabido responder a un problema cada vez más común, del que apenas se habla, y que se pondrá en funcionamiento mañana mismo. Para recibir ayuda, los interesados sólo tienen que descolgar el teléfono y llamar al 696121212, donde serán atendidos y lo más importante: escuchados.
