Las solicitudes para poder adoptar crecen por año, y el aumento de la esperanza de vida ha llevado a familias y parejas mayores de 50 años que no tienen hijos a solicitar dicho derecho. El límite legal para esa posibilidad está fijado exactamente en los 50 años, una barrera que ya ha desaparecido en el País Vasco ya que el Gobierno de esta región ha aprobado recientemente un decreto para regular los procesos de adopción en el cual se elimina ese tope de edad para adoptar aunque sí establece que entre los padres y el menor no podrá haber más de 44 años de diferencia.
En el País Vasco, según datos del Gobierno, cada año se producen 300 nuevas adopciones, la mayoría de menores extranjeros, y el número de menores adoptados que viven con familias vascas ronda los 3.400. De acuerdo con este nuevo decreto los trámites de las adopciones deberán ser iguales en todos los territorios de la región, esto es, sin contar con el límite de edad fijado hasta este momento.
De este modo, los requisitos de edad para adoptar se equiparan a los de Cataluña y Valencia, donde tampoco se exige una edad máxima a partir de la cual no se puede adoptar un menor. La causa fundamental que ha llevado a la propuesta y aprobación de esta medida es que la media de edad de las parejas y familias que piden poder adoptar es cada vez mayor.
Sin embargo, se acota la diferencia de edad máxima que debe existir entre padres e hijo/a adoptivos, 44 años. De esta manera, si tenemos 55 años no podremos adoptar a un menor de tenga menos de 11 años. El resto de requisitos son iguales que cualquier otra persona que inicie los trámites de adopción y tenga menos de 50 años. La única excepción que se incluido en el decreto en la que la diferencia de edad podrá ser superior: que los menores tengan necesidades especiales -hermanos en reagrupamiento familiar, menores con alguna discapacidad o problemas de salud especiales.
