Es lo que tiene la moda, que como los gustos de las personas, lo admite casi todo.
Desde hace tiempo los mayores estamos más presentes que nunca en el mundo de la moda. Nadie mejor que nosotros para saber lo que nos favorece y lo que no y es que, con los años hemos vivido en primera persona la evolución de los gustos de la gente y cómo los diseñadores se han ido adaptando a las nuevas tendencias.
Hace poco hablábamos de la diseñadora Iris Apfel, que a sus 91 es el claro ejemplo de que cumplir años no está reñido con sentirse joven y mucho menos con parecerlo. Ella, como otros diseñadores, ha sabido sacar partido a su edad y extraer de cada momento lo que más le interesaba y sabe que eso es exactamente lo que le gusta al público.
Sin embargo, los jóvenes de ahora visten como lo hacíamos nosotros en los 70, los 80, los 90 y hasta con un estilismo más propio del siglo pasado tanto en vestidos como en peinados ¡y a eso le llaman estar a la última! Lo retro invade los escaparates, las pasarelas y, en definitiva, la vida de todos.
Y si la ropa, los complementos y hasta la decoración estaban empapados del estilo de nuestra juventud o el de nuestras madres y abuelas ¡ahí es nada! Ahora lo que viene pisando fuerte, y nunca mejor dicho, son los zapatos de antes.
Parece que la estética de las abuelas se instalará en nuestros pies este otoño/invierno y que lo más ”in” será llevar modelos de tacón medio y empeine cerrado. La comodidad prima ante la estética y las grandes firmas como Miu Miu, Prada, Gucci o Stella McCartney ya han puesto a la venta sus modelos más conservadores.
¿Quién nos iba a decir que nuestros nietos iban a vestir como lo hacíamos nosotros hace 40 años? parece el mundo al revés, pero va a resultar divertido verles este invierno, seguro que muchos vemos en ellos, al joven que llevamos dentro.
