Lo último en tratamientos de rejuvenecimiento no pasa por el quirófano si no por sesiones de cremas con esencia de ese manjar para el paladar prohibido para el bolsillo.
A pesar de ser uno de los recursos estéticos de última generación parece que el botox tiene los días contados para los rostros con las arcas más llenas. El tratamiento facial Massumeh, solo para pieles sensibles, se basa en las cremas y mascarillas a base de extractos vegetales y el codiciado caviar iraní.
Isabel Preysler, Cher, Penélope Cruz, la reina de Arabia Saudí o Alicia Koplowitz son solo algunas de las exclusivas clientas de Massumeh y su hija Nasrin, creadoras de este tratamiento a partir de sus conocimientos del cuidado y mimo de la piel al estilo persa. Si ya degustar este manjar puede salir muy caro, someterse a un tratamiento a base de uno de los mejores caviares del mundo es un lujo reservado a muy pocos privilegiados que, eso si, parecen, tras unas sesiones, haber hecho un pacto con el diablo.
Desde hace 25 años Massumeh lleva aplicando estos tratamientos en Marbella con tal acierto y buen hacer que se han convertido en toda una leyenda y las listas de espera, sin reparo de su precio, son casi interminables. En cada uno de sus centros, acaba de abrir el de Madrid, los clientes encuentran un espacio minimalista en el que un equipo de investigadores estudian “el elixir perfecto de la juventud facial”, esteticistas que realizan los tratamientos y sus codiciadas cremas, sueros, microgeles y mascarillas con el ingrediente estrella, completamente puro traído del Mar Caspio.
Los resultados son sorprendentes, sobre todo si se tiene en cuenta que el bisturí no ha intervenido en absoluto, dejando la piel completamente tersa, revitalizada, luminosa y llena de vida de manera enteramente natural.
