El consumismo exagerado, el ruido, los atascos, las calles abarrotadas de gente, los roces con familiares, la casa llena de comida, adornos y personas, el descontrol alimenticio… puedes decirnos casi cualquier cosa negativa de la Navidad pero lo cierto es que pocos podemos negar la alegría que supone estar juntos, en familia, intentando que todos estemos a gusto aunque sea por estos días.
Familias enteras se reencuentran al completo sólo en estas fechas para disfrutar unidos cantando, comiendo y regalando. Sin caer en la utopía, y aunque muchas veces no lo consigamos, esta época consigue aflorar los mejores sentimientos de perdón, tratamos de ser más agradables y pasamos por alto los detalles feos porque, al fin y al cabo, para la mayoría lo mejor de estos días son las reuniones familiares.
Sin embargo, para muchas personas estas fiestas son sinónimo de tristeza, recuerdos o soledad. Pensando en ellos, diferentes instituciones impulsan iniciativas para evitar que nadie pase la Navidad solo y encuentre, además de compañía, cariño y, por qué no, diversión.
En este sentido, la Asociación Madrileña de Residencias ofrece 125 plazas gratuitas a los mayores que vayan a pasar los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo solos. Durante su breve estancia en estos centros se organizarán actividades como comidas navideñas o cantar villancicos. Éste es solo un ejemplo, pero en muchas localidades españolas se realizan anualmente actividades de este tipo para que estar solos en estas fechas sea por voluntad propia.
