Listo para empezar a ‘pringar’

A la hora de seguir una alimentación sabrosa no podemos dejar de lado las salsas. Sin embargo éstas suelen ser un ‘ogro’ cuando tratamos de llevar un menú bajo en calorías, tanto por los ingredientes que muchas de ellas llevan (nata, harinas…) como por el hecho de que suele incitar a un mayor consumo de pan… Pero en adelante vamos a demostrar que también hay salsas saludables y que no tienen que suponer un exceso calórico.

Empezaremos con algo sano y bajo en calorías como la salsa de yogurt. Mezclamos el yogur con el diente de ajo y la sal, el aceite de oliva y el zumo de limón, Agregamos unas hojas de hierbabuena picada lo más menudo que sea posible y ya está lista para servir para acompañar a carnes de pollo, cordero (como el kebap), arroces, crudités de verduras e incluso aliñar ensaladas. Sobre gustos…

Otra modalidad algo más elaborada aunque igualmente sencilla es el tzatziki de procedencia griega (también es un plato turco, aunque en este caso se llama cac?k), que además se puede utilizar tanto como salsa de acompañamiento como de entrante. Los ingredientes son, lógicamente el yogur griego (600 gr), 2 pepinos medianos, aceite de oliva virgen (para añadir un chorro), 1 ajo grande, eneldo en abundancia (también se optar por hierba buena) y sal. La cosa no tiene mayor misterio. Comenzamos batiendo el yogur. Si no hemos encontrado de tipo griego (aunque hoy hay en cualquier supermercado) podemos utilizar cualquier otro de nuestro gusto, teniendo la precaución, eso sí, de dejarlo antes un buen rato escurriendo en un colador, para que el resultado final no sea muy líquido. El pepino podemos picarlo muy finito, triturarlo o (la mejor opción) rallarlo. También en este caso se recomiendo dejarlo en un colador para que escurra el agua que va a soltar. Ya sólo es cuestión de mezclar e ir añadiendo el ajo y el eneldo muy picaditos, el chorro de aceite y la sal. Se puede dar un toque de pimiento negra y decorar con aceitunas negras. Esta misma base es la del Tarator o Djadjik, al igual que el mencionado cac?k, cuya diferencia en realidad reside en la consistencia con las que las presentemos y el lugar en el que nos encontremos.

Continuamos en el Mediterráneo y con la base vegetariana. Desde Siria (nos llega la Mhammara o Muhammara algunos establecen su origen en Libia) una crema a base de pimiento rojo. Los ingredientes no son nada complicados: pimientos rojos, nueces, pan rallado, aceite de oliva virgen extra, ajo, sal, zumo de limón y comino.
Lo primero es asar lo pimientos rojos, aunque también te sugerimos una muy buena opción como los pimientos de piquillo (bien escurridos). Añadimos un poco de ajo picado, un chorro de zumo de limón (según te guste), una rebanada de pan tostado, unas nueces tostadas y ya aderezamos al gusto con el aceite, la pimienta y el comino. Trituramos todo en la batidora hasta conseguir una textura fina pero más espesa que la de una crema o salsa al uso. Acompaña a la perfección carnes a la brasa, pescados blancos e incluso bocadillos, pero también se puede comer tal cual, como entrante, con pan rústico, pan de pita, snacks de pan, tostadas saladas… E incluso con bastoncillos de apio, zanahorias o pepino.

La última propuesta por hoy es el Hummus o Crema de garbanzos. Como en los casos anteriores podemos encontrar el plato, con mínimas variaciones, en diferentes países mediterráneos: desde Grecia a Turquía, Chipre y largo y ancho del Oriente Medio. La versión más conocida tal vez sea la que lleva tahini o pasta de sésamo. Para unos 400 gramos de garbanzos (perfectamente se pueden usar lo que ya están cocidos) añadiremos, para triturar todo en la batidora, un diente de ajo, tahini, canela, cilantro (o en su defecto perejil), el zumo de medio limón, comino molido, una pizca de pimienta negra molida y sal. El aceite de oliva virgen extra y un toque de pimentón se pueden poner también para mezclar en la batidora o añadirlos a posteriori, con el hummus servido, decorando. . Vale como crema, como fondo en una ensalada, con tostadas…

Como verá todos estos platos, entre salsas y cremas, apenas aportan calorías (si no nos ‘empanamos’) y nos dan un importante aporte de verduras en nuestra dieta. Así, porqué no ‘pringar’….

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