Librerías portátiles

Al fin nos hemos decidido. Este año haremos nuestro viaje soñado a las junglas de Uganda o recorreremos la ruta de la seda por la senda que empleó la familia Polo. O bien puede ser al revés: después de terminar el vagabundeo de nuestra vida, queremos saber más del lugar del que venimos o atesorar algún volumen con fotografías profesionales. ¿Dónde podemos encontrar todo ese material acerca de lugares remotos, pequeñas lenguas y pueblos perdidos?

Por fortuna, las librerías especializadas de viajes se han abierto un hueco en un panorama no siempre halagüeño para los establecimientos independientes y no generalistas.

En Madrid hay, por lo menos, cinco grandes espacios, cada uno con su idiosincrasia, para disfrutar de magníficas colecciones de libros, volúmenes fotográficos, guías, relatos y revistas. Desnivel, en una preciosa tienda, muestra su predilección por el montañismo y organiza charlas con figuras del alpinismo mundial. Tienda Verde es muy completa en mapas, mientras que Tierra de Fuego, además, organiza excursiones todos los fines de semana. De Viaje dispone de un fondo esplendido y muy bien organizado en un grato local, además de una agencia que te hace los viajes a medida. Por último, Altaïr tiene una delegación en Madrid en la que uno se quedaría curioseando las estanterías indefinidamente y en la que podrá encontrar números atrasados de su emblemática publicación.

La sede de Altaïr, no obstante, está en Barcelona, en una regia tienda que guarda casi cualquier cosa que pueda encontrarse en el mercado. Con ella, compiten Geographica (Diputació, 321), muy orientada a la cartografía, la deliciosa librería náutica Força 6 y la ya legendaria Quera, un pequeño refugio y alma del excursionismo catalán. Fuera de la ciudad, Vèrtic Llibres de Sabadell también merece el desplazamiento.

Por su parte, Regolf es la casa de los mapas más antigua de Valencia y Patagonia destaca por lo meticuloso de su asesoramiento.
Los vascos, por tradición grandes viajeros, pueden aprovisionarse bien en Belagoa Kirolak de Donosti, si su intención es recorrer cerros y montañas, mientras que los aragoneses disponen de una sección muy bien nutrida en la siempre activa Cálamo.

Ahora bien, todos tenemos derecho a tener una debilidad. Y por su encantador diseño, la calidad de sus contenidos y las atenciones de sus dueños, resulta perentorio recomendar la visita a Ulyssus de Girona.

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