La Semana Santa en la mesa

En la Semana Santa española tan tradicional como las procesiones en las calles, lo es en las mesas el potaje de vigilia (o de cuaresma), un ”plato de cuchara” que además resulta especialmente atractivo en estos días de de lluvia y temperaturas aún frescas a pesar de la primavera.Atendiendo al mandato de la Iglesia de no comer carne durante la cuaresma y aprovechando los productos típicos de la estación, el potaje de vigilia se ha extendido a nuestros días desde el medievo, cuando el consumo de bacalao en salazón se propagó por todo el territorio español, convirtiéndose desde el siglo XV en un ingrediente tan frecuente en la despensa de conventos y abadías que llegó a tomar el nombre de ”abadejo”. Su popularidad, mayor que la de otros pescados, se debió al hecho de que al salarse duraba años, y podía resistir largos viajes por tierra y mar. También los otros dos ingredientes protagonistas de este plato, las espinacas y los garbanzos, tienen una presencia ”lógica” a ser propios de la temporada.
Ingredientes:
• 300 grs. de garbanzos
• 200 grs. de bacalao
• 200 grs. de espinacas
• 2 dientes de ajo
• 1 cebolla mediana
• 2 rebanada de pan
• 1 cucharada de pimentón dulce
• Aceite de oliva
• Sal
• Agua
• 2 huevos cocidos (opcional)Elaboración:Después de haber tenido en remojo los garbanzos durante la noche los garbanzos (y de haber desalado el bacalao, en el caso de haberlo comprado en salazón en lugar de fresco) empezaremos preparando una base friendo los ajos enteros y las rebanadas de pan para luego majarlos (triturarlos) y reservarlo para más adelante.El siguiente paso es sofreír la cebolla en el aceite que nos ha sobrado de freír los ajos y el pan. Cuando está dorada añadimos el pimentón con mucha atención para que no se nos queme (es conveniente que al momento de añadirlo retirar del fuego o bajar al mínimo). De seguido se añade el agua necesaria para cocer los garbanzos, que añadiremos cuando esté templada, además del majado de ajos y pan que hemos reservado. Cocemos hasta que los garbanzos estén tiernos (45 minutos si es olla exprés y dos horas y media si es a fuego lento). Cuando estén tiernos se le añade el bacalao y las espinacas y se deja cocer hasta que estén hechos. El potaje se tiene que quedar con el caldo un poco espeso. A la hora de servir se puede añadir por encima del plato huevo cocido picado.El punto final, como no, pueden ser unas torrijas o unos huesos de santo…

Foto: Google Imágenes

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