La falta de orden en casa refleja nuestro estado de ánimo y nuestra personalidad

El miedo al cambio o a ser olvidados nos hace pensar que si nos deshacemos de ciertas cosas olvidaremos un momento de nuestra vida en el que fueron importantes, por eso terminamos teniendo la casa llena de objetos que no necesitamos y que únicamente ocupan un espacio.

Cuantos más años cumplimos, más tendemos a guardar cosas del pasado por si les sirven en el futuro a nuestros hijos o nietos, o por si vuelven a ponerse de moda, sin darnos cuenta de que acumular cosas sin medida refleja no saber cómo afrontar los problemas del día a día.

Poner orden en el hogar es ordenar un poco nuestra vida. Nuestra cabeza ve las cosas con más claridad y alejamos la negatividad que teníamos cuando la casa estaba desordenada.

Si nuestro dormitorio está desordenado significa que en nuestras vidas tenemos cosas pendientes de terminar. Si el desorden es en el resto de la casa supone que queremos hacer demasiadas cosas y no sabemos por dónde empezar. Si acumulamos todo en un rincón (ropa, libros, papeles viejos, etc.), no estamos centrados en nuestra vida. El desorden el la entrada de la casa refleja que somos personas con miedo a sociabilizarnos y si es debajo de los muebles, que nos importan mucho la apariencia.

El miedo a olvidar y a ser olvidado, la confusión, los sueños rotos o problemas más graves como son la salud o el desamor hacen que, en ocasiones, nos volvamos desordenados. En la actualidad, se estima que alrededor de un 6% de la población reúne objetos en exceso, por eso, el primer paso para superar algunas de estas barreras es deshacernos de lo inútil, por eso, es importante elegir un día para poner orden a nuestra casa y nuestra mente, de esta manera seremos personas más efectivas y menos depresivas. A continuación, unos sencillos consejos para ello:

- Revistas viejas, ¿por qué guardarlas? Si las lees con cierta frecuencia, déjalas en el revistero, pero si llevas meses o incluso años sin consultarlas ¡a la basura!

- Armario: selecciona 10 prendas que lleves más de un año sin utilizar y regálaselas a alguien que sí las pueda usar.

- Medicamentos: es importante tirar aquellas cajas que ya estén caducadas y llevar a la farmacia las que estén empezadas pero no vayamos a utilizar más. Son muchas las farmacias que las envían a países que las necesitan.

- Cajas de cartón y bolsas de plástico: tendemos a guardarlas por si en algún momento las necesitamos y finalmente ¡nunca las necesitamos! Lo ideal es guardar un par de cajas que estén en buenas condiciones y un par de bolsas por si nos surge algo, del resto podemos deshacernos y recuperaremos espacio.

¡Así que manos a la obra para desprendernos de aquellas cosas que no nos dejan tener una mente clara!

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