El estudio Jóvenes y Valores, realizado recientemente por la Obra Social de La Caixa, desvela datos alarmantes sobre el estado de salud de la institución familiar: en más del 40% de las familias la comunicación es muy escasa o nula.
El estudio, además, recoge los consejos de un grupo de expertos con el objetivo te fomentar los valores en el ámbito de la familia para prevenir conductas de riesgo a partir del diálogo y la comunicación. Según dicho informe, los jóvenes dan mayor importancia a valores idealistas como la ecología o el pacifismo frente a otros instrumentales y prácticos como el esfuerzo, la responsabilidad o el compromiso.
De acuerdo con los diferentes niveles de comunicación que existen en la sociedad actual, los expertos que han elaborado Jóvenes y Valores señalan cuatro tipos de familia:
- Nominal. Es el modelo en el que falta más diálogo y el más numeroso en nuestra sociedad con cerca del 40% de las familias. Los padres no afrontan los problemas de los hijos y delegan en los profesores la educación de éstos, que se dejan guiar por su grupo de amigos.
- Conflictivo. Las discusiones son constantes entre los miembros de este tipo de familias, que en España suponen un 15% del total. El consumo de alcohol y drogas, presente en muchas ocasiones en el grupo conflictivo, hacen que aquí se presenten las mayores tasas de fracaso escolar.
- Sobre-proteccionista. Se refiere a aquellas familias en las que los padres miman en exceso a sus hijos y deciden por ellos. Representan a más del 20%.
- Convivencia. Otro 20% de las familias españolas pertenece a este grupo, caracterizado por unos padres jóvenes que trabajan y que, teniendo repartidas las responsabilidades en el hogar familiar, respetan la independencia de sus vástagos.
Una de las soluciones propuestas para el restablecimiento de la comunicación familiar por éstos experto es la obligación de los padres de encontrar espacios en los que entablar ésta comunicación procurando huir de la banalidad y profundizar en temas u opiniones personales. Para ello, se sugiere momentos de tranquilidad en los que estén reunidos todos los miembros de la familia y que se puedan repetir con una periodicidad.
