La estación encantada

Esta semana está coincidiendo con los primeros atisbos del otoño en buena parte del país, con sus aires neblinosos y sus cielos grises. Hay quienes añorarán ya el verano y quienes reciban a la nueva estación con sus mejores galas, cansados ya de calores, desaliño indumentario y sol y playa sin tasa. Por esa razón, en esta sección nos alineamos con los amantes de la caida de las hojas y proponemos cinco planes con estilo para los próximos meses:

1.Si el verano nos invita a destinos tropicales, octubre y noviembre llaman a visitar ciudades que en esta estación adquieren todo su encanto de cuento de hadas, algo fantasmal y secreto. Bellas ciudades medievales alemanas como Gottingen o Bamberg, se nos antojan como un destino ideal para acogernos mientras amarillean los árboles y cae lentamente el termómetro.

2. En las próximas semanas tendrá lugar la vendimia. Las fiestas de la vendimia se sucederán en las distintas regiones vinícolas, mezclando lo sagrado y lo profano, lo lúdico con los trabajos de la cosecha. Las hay de todo tipo y volumen. En España seguro que encuentra algunas cerca de casa, pero dado que en esta sección no reparamos en gastos, nos vamos a las que desde 1925 se celebran en la ciudad suiza de Neuchatel, una de las más animadas de Europa.

3.Las setas y otros frutos de bosque prosperan en otoño. Las inclinaciones boscosas del ánimo casan a la perfección con recetas que combinan colmenillas y níscalos, caza y castañas. Hay muchos restaurantes en los que darse un homenaje, aunque quizás sea imperativo recomendar el Restaurant Sala de Berga, la capital catalana del “bolet”. Unos maestros en sorprendernos con sus sinfonías de hongos.

4. ¿Hay algo más otoñal que un castillo? Ambos implican misterio y melancolía y sueños de un pasado espléndido. Pero si no contamos con amigos aristócratas que hayn conservado su familiar predio, podemos pasear por patios y almenas y alojarnos en sus alcobas en algunos de los suntuosos hoteles castillo del viejo continente. Como el de Ruthin, en el norte de Gales o el de Amberley en Inglaterra.

5. Los amantes de la caza seguro que tienen ya previstas sus monterías. Pero para no herir las sensibilidades de los amantes de los animales, nosotros terminamos proponiéndote no una actividad cinegética, sino de contemplación animal: la berrea de los ciervos. Algunos parques naturales españoles organizan visitas con aforo controlado para seguir los pormenores del periodo de celo de estos imponentes animales. Por ejemplo, el Parque Nacional de Cabañeros o en el de la Sierra de Cardeña y Montoro.

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