La cúrcuma: el arma que protege al cerebro

La medicina occidental ha sufrido importantes cambios en los últimos años y por fin ha abierto las puertas a determinadas prácticas orientales que han demostrado ser muy eficaces para el cuidado de la salud. La medicina oriental es una medicina fuertemente conectada con la naturaleza y que confía en el poder curativo de los frutos que nacen de la propia tierra. De ahí que los orientales lleven siglos utilizando los alimentos como su principal medicina. La cúrcuma (Curcuma longa) es una planta tropical de la misma familia que el jengibre. Es un auténtico superalimento que viene usándose desde siempre en la gastronomía india y como ingrediente base en el curry, aportándole el característico color amarillo. En la India se la considera una especia sagrada y una planta que ayuda a la limpieza de todo el cuerpo, así que la consumen a diario más que cualquier otra especia. Sin embargo, como decimos, no sólo en el mundo gastronómico la cúrcuma es apreciada, sino también en la medicina natural, ya que tiene muchas propiedades curativas entre ellas la combatir las inflamaciones y hasta para combatir el Alzheimer y Parkinson.

El Parkinson es una enfermedad degenerativa causada por la pérdida de las células cerebrales que producen dopamina, una sustancia química del cerebro (neurotransmisor) que controla múltiples funciones, incluyendo la conexión entre el sistema nervioso central y los músculos. Dado que en este trastorno están implicados tanto el daño oxidativo como la inflamación, unos investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins decidieron investigar si la curcumina podría impedir la muerte de estas neuronas.

Para ello, los científicos desarrollaron un modelo de laboratorio de Parkinson en el que unas células semejantes a las neuronas producían una proteína que destruía el 50 % de las células. Pues bien, la adición de curcumina redujo los niveles de muerte celular en un 19 % y también disminuyó considerablemente el índice de daño oxidativo en las células. «Estos resultados sugieren que la curcumina es un potencial agente capaz de inhibir el daño oxidativo que conduce a la enfermedad de Parkinson», afirmó el Dr. Wanli Smith, profesor asistente de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Universidad Johns Hopkins. «Esta especia de uso corriente podría ser un arma que proteja el cerebro». 

Además, la curcumina puede cruzar la barrera hematoencefálica (una membrana semipermeable que separa el líquido extracelular en el cerebro de la sangre circulante), una capacidad que lo convierte en un importante agente neuroprotector. Más interesante aún, las estadísticas muestran que el riesgo de desarrollar Alzheimer es un 25 % más bajo en la India que en los EE.UU dado el amplio uso de la cúrcuma en las cocinas del país asiático.

Hay varias maneras de incorporar la cúrcuma a tu dieta y puedes empezar añadiéndola a las comidas o a los refrigerios que ya comes.  ¿Y de qué forma podemos incorporar esta maravillosa especia en nuestra dieta? A continuación os sugerimos algunas ideas:

  • Agrega una pizca de cúrcuma en polvo al aliño o aderezo de tus ensaladas.
  • Rocía un poco de cúrcuma en polvo en los vegetales salteados.
  • Marina las pechugas de pollo en cúrcuma con limón y sal.
  • Agrega cúrcuma a tu arroz para darle un giro de color y sabor.
  • Agrega un poco de polvo de cúrcuma en las patatas horneadas.
  • Agrega una pizca de cúrcuma en polvo a tus huevos revueltos.

Agua tibia en la mañana con Limón y Cúrcuma

Ingredientes

  • 1 taza de agua tibia
  • ¼ de cucharadita de cúrcuma en polvo
  • El jugo de medio limón
  • Una pizca de canela en polvo (opcional)
  • 1/8 cucharada de miel orgánica (opcional)

Una vez que el agua este tibia agrega la cúrcuma, el limón y miel, agita bien. La cúrcuma tendera a irse al fondo de la taza por tanto continua agitando mientras tomas tu bebida.

 

Comentarios

Deja un comentario