La comunidad científica ataca de nuevo

A falta de escasos tres meses para que entre en vigor la nueva Ley del Aborto, la comunidad científica que hace un año expresó su profundo desacuerdo con la misma, firmando un documento que se conoce como “Declaración de Madrid”, vuelve a la carga presentando un nuevo texto contra la norma que está a punto de aplicarse.

Más de 3.000 profesionales de la salud y la ciencia se han unido para manifestar su deseo de que se proteja la vida del no-nacido y  la salud de la mujer embarazada; además, la comunidad científica pide que se promuevan leyes a favor de la familia y que a ésta se les devuelva el derecho de formar a sus hijos en materia de educación sexual. Del mismo modo, los firmantes del documento ruegan a las fuerzas políticas que se comprometan a derogar las “leyes injustas” y que se paralice la Ley del Aborto, en base a los múltiples efectos negativos que conllevará su entrada en vigor. Los creadores de la “Declaración de Madrid” reclaman también medidas que protejan a las familias, que promuevan la vida y no la muerte, leyes que fomenten y faciliten cuestiones tan relevantes como la adopción. Por último, ruegan que se respete la objeción de conciencia de los médicos.

El nuevo documento, creado por 300 de los profesionales que firmaron el texto precedente, se presenta hoy en la primera asamblea de la plataforma CíViCa (Ciencia, Vida y Cultura) con la esperanza de que esta nueva acción tenga, por lo menos, la misma repercusión política y mediática que tuvo el primer manifiesto, publicado ya hace un año. Entre los intelectuales y científicos que suscribieron el texto, encontramos 200 miembros de Reales Academias; a los que se unieron juristas, biólogos, científicos, filósofos, doctores, ginecólogos, pediatras, catedráticos y profesores universitarios para reclamar los derechos del embrión que, en contra de quienes se decantan a favor de esta Ley, consideran un verdadero ser humano, reclamando para él los mismos derechos que el resto disfrutamos.

La doctora Mónica López Barahona, biomédica y consultora de Bioética de Naciones Unidas y Nicolás Jouve, catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares, explicaron que el momento de la concepción es precisamente en el que se constituye la identidad genética singular de cada persona.

Aunque el Partido Popular prometió presentar un recurso de inconstitucionalidad, el hecho es que, si los acontecimientos siguen su curso, en tan sólo tres meses el aborto dejará de ser un “delito” para convertirse en un “derecho” durante las 14 primeras semanas de gestación; además, las menores podrán tomar la decisión de abortar sin el consentimiento paterno y los ginecólogos no podrán acogerse a la objeción de conciencia. Hay quienes se preguntan, cargados de razón, si nuestra sociedad avanza, como nos hacen creer, o retrocedemos a pasos agigantados.

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