La ciudad de las chimeneas

Es una de esas ciudades que merece la pena ser visitada, cargada de encanto y embrujo, llena de estrechos callejones, preciosos edificios y jardines, interesantísimos museos, muchos de ellos con entrada gratuita…

La capital escocesa, y segunda ciudad más grande de Escocia después de Glasgow, se encuentra situada a la orilla del fiordo del río Forth. Los distritos de Old Town (ciudad vieja) y New Town (ciudad nueva) fueron nombrados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1995.

Familiarmente se la conoce como “Avid Reekle” (vieja chimenea), por la infinidad de chimeneas humeantes que decoran los tejado de la ciudad. Edimburgo es una ciudad bastante lluviosas que potencia ese ambiente brumoso y mágico que le ha dado tanta fama de ciudad encantada y misteriosa.

Entre su oferta cultural, nos encontramos con un gran abanico de opciones que permitirá mantener entretenido a todo tipo de públicos. Destaca su Galería Nacional con obras de arte, dibujos, pinturas, esculturas…, desde el Renacimiento hasta el Postimpresionismo. Allí se exponen obras de Tiziano, El Greco, Velázquez, Rembrandt, Rubens, Van Gogh, Monet, Gaugin…

Por otro lado, el Museo Nacional de Escocia es también una forma muy agradable de conocer la historia escocesa mediante un recorrido a través de las diferentes épocas que la han convertido en la gran nación que es hoy en día. Como curiosidad, en el museo podréis ver a la conocida oveja “Dolly” disecada.

Los bebedores, sin duda, disfrutarán del Scotch Whisky Experience, donde podrán aprender cómo se fabrica el whisky y probar el líquido elemento.

Y si lo que realmente os gusta es el arte moderno no podéis dejar de visitar su Galería Nacional Escocesa de Arte Moderno o la Galería Dean (Dean Gallery) que expone su colección de arte surrealista y dadaísta (movimiento en contra del arte). Entre las obras más importantes de su colección destacan algunas de grandes maestros como Dalí, Miró, Magritte y Picasso.

Otro de los lugares dignos de ser visitados, para aquellos que les guste, son sus cementerios. Son especialmente bonitos y conocidos: el Greyfriars Kirkyard, el Cementerio de Canongate, donde se encuentra la tumba de Adam Smith, padre del Capitalismo, y el Cementerio de Dean, inaugurado en 1846, y que si no fuera por las tumbas podría tratarse de un parque con un cuidado césped y repleto de árboles.

Si os animáis a visitarla, prestad atención a cada rincón, cada callejón, porque toda la ciudad está repleta de lugares llenos de encanto y belleza.

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