Hacer la compra es una de las tareas que más tiempo toma a quienes se ocupan del hogar. Llenar la cesta con sentido supone la visita a varios comercios, el acarreo de bolsas, su almacenamiento y la comparación de precios y calidades de lo adquirido. Y desde que la preocupación por una dieta equilibrada ha empezado a calar entre nosotros, mirar la composición de los alimentos procesados se ha convertido en una obligación añadida a esa lista.

Pero, de ahora en adelante,  la aportación calórica del producto será mucho más fácilmente visible. Y eso vendrá facilitado por el acuerdo al que han llegado en Europa siete de las más importantes empresas de alimentación: Danone, Kraft, Coca-Cola, Unilever, Nestlé, Pepsico y Kellogs. Su pacto consiste en emplazar la información de las calorías en la parte frontal de los productos, bien a la vista. Esta medida quiere facilitar al consumidor una identificación inmediata de las características de aquello que compra. Este dato, además, irá acompañado del porcentaje que representa en la cantidad diaria recomendada. Según el anuncio de las compañías, esta unificación empezará a verse reflejada a los envases en los últimos meses de este año.

El origen de tal decisión yace en los estudios de mercado que recogían esta demanda de los consumidores como una de las más reiteradas. Hasta ahora, este tipo de información debía buscarse en etiquetas de la parte trasera del producto, y no siempre con la claridad deseable. Este cambio, emprendido de manera voluntaria, pretende estar en consonancia con la política de la patronal de la alimentación europea (CIAA), que actualmente ha puesto en marcha una revisión del etiquetado y quiere llegar a fijar unos criterios comunes para todos los productos. Además, con esta iniciativa, los siete grupos mencionados tienen la intención de abrir camino y animar a otras casas a seguir sus pasos.