Hoy es el Día Mundial del Turismo y para celebrarlo hemos decidido viajar a uno de esos lugares en los que todo es especial desde el momento en que pones un pie allí.
Icaría es una isla de Grecia en la que un tercio de sus habitantes ha cumplido ya los 90 años. Se trata de uno de esos lugares como los de la conocida ”Zona Azul” en los que la esperanza es altísima y la calidad de vida de sus habitantes es envidiable.
Hay quien dice que la buena salud de quienes habitan en Ícaro se debe a la tranquilidad, a la buena alimentación, a los bellos paisajes que permiten dar largos paseos sin casi esfuerzo, a las horas dedicadas al descanso y a la bondad de sus gentes. Lo cierto, es que sean estos o no los motivos, la probabilidad de padecer cáncer en esta isla se reduce en un 20%, las enfermedades cardiovasculares disminuyen un 50% y la demencia senil no existe.
En Icaría viven unas 10 mil personas y disfrutan de sus aguas cristalinas, sus bellos paisajes, su rica gastronomía y sus mágicos rincones. También hay sitio para el turismo, aunque al tratarse de una isla de no muy sencillo acceso, todavía no se ha visto dañada por la masificación. Aún así, sus vecinos son amables con los forasteros y, por suerte, estos últimos no son capaces de transmitirles el estrés de las grandes ciudades.
Agios Kirykos es la capital y puerto principal de esta preciosa isla situada en el mar Egeo. En ella, no podemos dejar de visitra su iglesia y el pequeño museo arqueológico y folclórico ni tampoco Therma, uno de los balnearios termales más conocidos de Ikaría y que se encuentra a tan solo 2 km de la capital. Las ruinas de la antigua Acrópolis, Evdilos, la que fue su antigua capital y hoy es su segundo puerto de mar o los pueblos de Mavrato, Oxea, Mileopos o Kampos son otros de los lugares que no podemos dejar de ver en Icaría…
La comida típica de la isla es el pescado, la leche de cabra, el queso feta, la miel, el café griego, la musaka, un vino tinto con un gusto especialmente fuerte y, por supuesto el soufiko…
No nos vendrá nada mal, visitar más a menudo lugares como Icaría, en los que la gente vive sin prisas, duerme bien, come sano, hace ejercicio, se reúne a menudo con sus amigos y, en definitiva, es feliz… Parece que la receta de la eterna juventud es más sencilla de lo que creemos y la clave de cumplir años está en disfrutar de la vida y cuidarnos.
