“Conciliar, corresponsabilizar y desarrollar una vida profesional, familiar y personal plena y satisfactoria” es la meta que Juan Manuel Moreno -Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad- se propone conseguir en nuestro país. Para lograrla, nada mejor que aprovechar el tiempo y, precisamente por ello, se trata de una meta muy, muy difícil ya que, como apuntaba recientemente en un artículo de ABC el sociólogo a Amando de Miguel, en nuestro país está bien visto alargar los tiempos, dar rodeos e incluso se llega a pensar que las cosas realizadas en poco tiempo tienen por ello menos calidad.
Reordenar las jornadas laborales, además de mejorar la productividad en el trabajo y reforzar la vida profesional, incentiva la conciliación y mejora la vida familiar. Algunas de las ideas de Moreno para conseguirlo -enmarcadas dentro del Plan Integral de Apoyo a la Familia- pasan por la creación de guarderías dentro de los centros de trabajo o el premiar a las empresas “familiarmente responsables” que promuevan medidas de igualdad y se impliquen en cuestiones como flexibilidad horaria.
Este último punto es, precisamente, en torno al que ha girado este congreso; donde se ha subrayado que, mientras en la mayoría de los países de la Unión Europea las jornadas laborales se prolongan, como mucho, hasta las 17.00 o 18.00 horas, sin embargo, en España, no sucede. Y es que, como apuntó Moreno en la apertura del congreso: “Según Eurostat, ahora mismo en España se trabajan 232 horas al año más que los europeos, pero se produce mucho menos”.
Para Nuria Chinchilla, profesora y directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE, la solución pasa por regresar al Huso de Greenwich. Retrasando nuestros relojes media hora y haciendo una pausa mucho más breve para el almuerzo podemos ganar una hora y media al día que, de cara al disfrute de la vida personal y familiar, puede ser “de oro”.
Por supuesto, la racionalización de horarios es un logro difícil, sobre todo en algunos sectores, como la agricultura o el trabajo autónomo; pero en muchos otros caso es posible y, como apunta Mónica de Oriol, Presidenta del Círculo de Empresarios y de Seguriber Humano las empresas que flexibilizan los horarios de los trabajadores consiguen que estos estén más implicados y en tiempos de crisis, como el de ahora, les va mejor que a otras.
