Hace dos días que se ha puesto en marcha, anticipándose a lo que viene siendo habitual, el servicio del que dispone Hacienda para solicitar el borrador de la declaración del IRPF a través de Internet (por cierto, un estreno marcado por el colapso de los servidores) y ya hoy está disponible para su descarga el programa PADRE (Programa de Ayuda Declaración de la Renta ), herramienta fundamental para aquellos que deciden aventurarse y prescindir de los servicios de los expertos en estas lides tributarias. Es poco probable que la avalancha de contribuyentes que ya se están preparando para cumplir con su deber para con la Agencia Tributaria se deba a un repentino sentido de la responsabilidad. Más bien es que el personal anda, como decían las abuelas, a la cuarta pregunta, y son muchos los que ya esperan como agua de mayo el dinero que les habrá de devolver Hacienda (11.167 millones de euros es la cantidad que la Agencia Tributaria tiene previsto rembolsar a los contribuyentes). De ahí que, a pesar de que la atención presencial en las oficinas de Hacienda no comenzará hasta el 3 de mayo y de que hay de plazo hasta el 30 de junio para presentar la declaración del IRPF, los servicios telemáticos estén más abarrotados que un chiringuito en una playa del Levante en pleno mes de agosto.
Para los menos familiarizados con las cuestiones de Hacienda diremos que desde hace varios ejercicios es posible pedir el borrador de nuestra declaración de la renta para que una vez revisado lo confirmemos y quedar en paz (bien sea pagando el importe pertinente o bien reclamando la devolución si nos pertenece) con Hacienda. Pero este año se ha querido agilizar este proceso, (y no va con recochineo) y se ha puesto en marcha un nuevo servicio que permite recibir el borrador de la declaración del IRPF en “breves instantes” a través de Internet. Para acceder al sistema basta con que el contribuyente facilite su NIF y la casilla 698 de su declaración de 2009 por teléfono o a través de la web de la Agencia Tributaria , y ésta le envía entonces mediante SMS el número de referencia de su borrador, al que se puede acceder desde la misma página. Y ésta es la novedad de este año: ya no habrá que esperar a recibir el borrador en casa a través del correo, sino que se puede disponer de él en unos instantes e incluso modificarlo, y todo podrá hacerse por teléfono o Internet (a pesar del colapso del primer día), lo que permitirá empezar a percibir devoluciones a partir de ya mismo, mientras que las cartas con los borradores no se empezarán a recibir hasta mayo.
En cuanto al Programa PADRE, decir que es una especie de simulador que Hacienda pone a disposición de los contribuyentes para que estos puedan hacer cambios y pruebas sobre su declaración de
El manejo del programa PADRE es bastante sencillo pero, para los menos diestros en estas cuestiones, también existe un manual del programa que cada año se va adaptando a las novedades fiscales. Una vez que se descarga e instala el programa en nuestro ordenador únicamente es necesario rellenar las casillas con los datos fiscales. Esta operación puede contar también con la ayuda del propio programa ya que cuenta con una herramienta de ayuda que guía al usuario durante todo el proceso en el plano informático-técnico. Además, también incluye las mismas instrucciones que los clásicos papeles que se pueden adquirir en las oficinas de Hacienda. Cumplimentada la declaración ya sólo queda imprimir dos copias, llevarlas a una oficina de la AEAT o a una entidad bancaria que se encargará de hacerla llegar a Hacienda.
La agencia estima que se harán unos 19,4 millones de declaraciones, de las que algo más de 15 millones serán a devolver y casi cuatro millones a ingresar (estas por más de 6.000 millones de euros). Además, por primera vez, Hacienda enviará este año junto al borrador de declaración o los datos fiscales información de pagos atrasados a aquellos contribuyentes que los hayan percibido este año pero que correspondan a ejercicios anteriores y no hayan sido declarados. Unas retribuciones que el contribuyente deberá hacer en una declaración complementaria del ejercicio al que son imputables y que no lleva multa.
