Guía del consumidor

Según el estudio del Observatorio Permanente de Consultas y
Reclamaciones de la Unión de Consumidores de España
(UCE), sobre las
principales quejas de los consumidores, realizado el pasado año, éstas se
centran en cuatro sectores principalmente: las empresas de telefonía, empresas
promotoras e inmobiliarias, tiendas de electrodomésticos, bancos y cajas. En
muchas ocasiones las reclamaciones se quedan en sólo eso, debido a la falta de
conocimiento que tenemos sobre nuestros derechos como consumidores y de las
herramientas con que contamos para poder actuar.

La Guía del
Consumidor
, elaborada por el Instituto Nacional de Consumo, nos informa
sobre las leyes que nos protegen y de qué manera debemos proceder en caso de que
se produzca una situación anómala en la adquisición o contratación de un
producto o servicio.

Según se detalla en este documento, de acuerdo con
la ley vigente, nuestros derechos como consumidores son, fundamentalmente: la
protección contra los riesgos que puedan afectar nuestra salud o seguridad;
protección de nuestros legítimos intereses económicos y sociales; en particular,
frente a la inclusión de cláusulas abusivas en los contratos; a ser indemnizados
de los daños y la reparación de los perjuicios sufridos; a acceder a la
información correcta sobre los diferentes bienes o servicios y la educación y
divulgación para facilitar el conocimiento sobre su adecuado uso, consumo o
disfrute; la audiencia en consulta, la participación en el procedimiento de
elaboración de las disposiciones generales que les afectan directamente y la
representación de sus intereses, a través de las asociaciones, agrupaciones,
federaciones o confederaciones de consumidores y usuarios legalmente
constituidas. Y, finalmente, que existan procedimientos eficaces para la defensa
de todos los anteriores derechos.

Asimismo, se nos aconseja que al
comprar un producto atendamos a su precio, información publicitaria
–especialmente, la letra pequeña-, condiciones de contratación, calidad… Y si
hubiese algún problema utilizar las herramientas que se ponen a nuestra
disposición: reclamando ante los organismos de protección del consumidor u
organizaciones de consumidores; valiéndonos del Sistema Arbitral de Consumo o a
la jurisdicción civil ordinaria.

Más información: Guía del
consumidor

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