Gato por liebre

En su empeño por salvaguardar los derechos de los consumidores y denunciar las situaciones que se dan en el mercado que tratan de violarlos, la Organización de Consumidores y Usuarios ha denunciado un fraude en pescaderías que ofrecen en sus establecimientos pescado de piscifactoría, concretamente doradas y lubinas, al precio y simulando que son salvajes.

Para muchos consumidores las piezas salvajes de pescadería son mejores que las criadas en cautividad, de ahí que se vendan más caras. La OCU llevó a cabo un estudio en once establecimientos madrileños para conocer las diferencias que realmente existen entre los dos tipos de pescado. Se analizaron 18 muestras, aunque como cada una incluía varios ejemplares de la misma mercancía, en total fueron 92 los pescados que se sometieron a las pruebas encaminadas a determinar su origen. Los resultados del laboratorio mostraron la realidad: se están vendiendo lubinas y doradas como salvajes y se cobran como tal, aunque verdaderamente son de criadero.

Si bien en el sabor ni en propiedades debería notarse la diferencia entre uno y otro, es el precio el que marca su valor y es en este aspecto en el que se está cometiendo el fraude. Los datos detallados del estudio han sido enviados a la Dirección General de Consumo de la Comunidad Autónoma de Madrid y al INC, para que inspeccione el hecho.

Ante esto, la OCU recuerda a quienes prefieren el pescado salvaje al de acuicultura que: Le costará dos o tres veces más caro y puede que se trate de un ejemplar de acuicultura. El sabor, olor y consistencia de la carne pueden variar ligeramente… pero incluso a los catadores expertos se les escapa la diferencia. Sólo en el laboratorio se aprecia una diferencia clara: más grasa y de distinto perfil.

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