Los católicos celebramos en Nochebuena el Nacimiento del Niño Jesús, por eso preparamos todo para hacerla una noche de paz y amor.
Noche de Paz, de compartir con las personas que más queremos y de sonreír con el corazón a las que no queremos tanto. Tiempo de hacer balance y de reflexionar. Un momento para la generosidad y la alegría en familia. De los vestidos con purpurina y de los manteles caros… pero también, tiempo de recogimiento y de celebración. La Nochebuena es mágica por muchos motivos, pero el más importante para los católicos es porque celebramos el nacimiento de nuestro Salvador, el Nacimiento del Niño Jesús en Belén.
Los mayores tenemos un papel importante en estas señaladas fechas. Normalmente, nuestros hijos y nietos vuelven al nido del que un día volaron para compartir con nosotros esta noche especial. Las risas y las sonrisas cómplices, los guiños, el chascarrillo de tu nieto pequeño o ese beso de tu hija en la mejilla mientras colocas el plato de langostinos sobre la mesa… el cariño y la ternura de una noche de Paz y Amor con mayúsculas que recuerda el sentimiento de una Madre, María, hacia su Hijo.
Fuera de lo frívolo, de los regalos y los gastos extras de estas fechas, que por supuesto a todos también nos gustan, está el sentimiento y los valores que nosotros, los mayores, hemos inculcado a nuestros hijos. Un amor generoso e incondicional que, seguramente, será el que les acompañe el resto de su vida y que dejen como mejor legado a sus hijos y a las generaciones venideras.
Por eso, desde mayormente.com queremos desearos la mejor de las noches en familia. Una Nochebuena de Paz y de Amor y ¿por qué no? ¡también de purpurina, de magia y de turrón!
¡Feliz Nochebuena a todos! ¡Feliz y Santa Navidad!
