Situada al lado de una de las maravillas arquitectónicas de nuestro país, como es la Alhambra de Granada, no es de extrañar que sea, en estos momentos, la casa más cara de España. Se trata de un palacete del siglo XV, a la sombra de la ciudad palaciega andalusí y con acceso a los jardines del Generalife, que se levanta en 1.500 metros cuadrados sobre una parcela natural de 5.500 metros cuadrados.
Todo un lujo al alcance de unos pocos que se ha puesto a la venta por 90 millones de euros, casi cuarenta más que la segunda mansión más cara del país, en Mallorca. La historia que encierran sus grandes paredes y amplios espacios tienen tanto valor para los potenciales compradores como las privilegiadas vistas de que goza. Por ello, y a pesar de los malos tiempos que corren para la compra-venta inmobiliaria, no son pocos los que ya se han interesado por el palacete, como han asegurado desde la agencia de lujo que comercializa la mansión.
Los escasos ochenta metros que lo separan del complejo palaciego que antaño acogiera a la corte del Reino de Granada, han eclipsado su exclusiva situación al tiempo que garantiza que sea no solo una vivienda de lujo, sino un lugar tranquilo en el que pasar el resto de la vida. Puede que ofrecer esa paz, el mayor de los privilegios de los que se puede gozar en medio del
trepidante ritmo de nuestra sociedad, haya contribuido a que se venda por esa inimaginable cantidad de dinero.
De momento, el afortunado que finalmente pueda pagar y vivir la casa más cara de nuestro país deberá esperar hasta 2010 para poner sus pies y pertenencias en sus aposentos, ya que, éstos, usados en los últimos tiempos para celebrar bodas y convenciones, están completamente ocupados hasta dicha fecha.
