Cada vez son más los niños a los que se les diagnostica TDHA -Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad-, de hecho, las cifras aseguran que el 5% de los niños españoles lo padecen y, aunque ellos son los mayores afectados, no cabe duda de que, sus familias, se ven tremendamente tocadas por la situación. Las características de los niños con TDAH suelen ser bastante claras: problemas de atención, impulsividad o inquietud son algunas de las que suelen repetirse.
Frustración, culpa, vergüenza, rabia… son sentimientos muy comunes en todos los miembros de la familia; es difícil enfrentarse a este problema y más aún si no se tienen las herramientas para hacerlo. Si tenemos un hijo o nieto con este diagnóstico y lo que deseamos es ayudar al buen desarrollo del niño y trabajar en pos de la armonía familiar, el primer paso a dar es aceptar el problema y buscar terapia familiar, algo imprescindible para su superación.
A menudo se clasifica a estos niños como “flojos” o “malcriados” -etiquetas que poco ayudan a la mejoría del menor- cuando, realmente, la mayoría de estos pequeños lo que necesitan es cariño y comprensión. El verano es una época especialmente delicada para quienes padecen TDAH, ya que los cambios de rutina les afectan muy notablemente. Por eso, el proyecto Pandah -Plan de Acción en TDAH- ha emitido un comunicado con ciertas pautas a seguir por padres y familiares que pueden resultar interesantísimas para quienes tienen algún niño de estas características en su entorno cercano.
Los consejos son estos:
- Estructurar el tiempo libre para mantener al niño ocupado en actividades divertidas que, además, puedan ayudarle. Algunas ideas interesantes son apuntarle a un campamento de verano, enseñarle a seguir órdenes como un juego, proponer le juegos de montaje o cocinar; todas ellas actividades muy beneficiosas para este trastorno.
- Evitar situaciones descontroladas.
- Mantener la medicación.
- Cumplir objetivos, plantear retos nuevos; dos cuestiones que ayudan mucho al niño a superarse.
