La entrada del €uro en España se ha notado sobre todo en la cesta de la compra. Según el Instituto Nacional de Estadística, la inflación acumulada desde un mes antes de la llegada de la moneda común europea, en diciembre de 2001, hasta diciembre del pasado 2006 ha sido del 17,3%. Debido a esta subida unida al fenómeno del redondeo que trajo consigo el €uro, hay productos básicos, como el pan la cerveza, que han llegado a duplicar su precio.
En este sentido, la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu) ha realizado un seguimiento de los productos y servicios más comunes en la vida de cualquier ciudadano con el fin de comparar su coste antes de la llegada del euro y el precio actual. La conclusión los precios en euros son hasta un 60% más caros, dependiendo del producto, a su coste en pesetas.
Así, entre los productos alimenticios más solicitados por los hogares españoles, las carne de ternera es un 40% más cara. Si en 2001 costaba 1.660 pesetas (9,98 euros el kilo), ahora se sitúa entre los 12 y 14 euros (más de 2.000 pesteas). El kilo de tomates es hoy un 70% más caro al pasar de 228 pesetas (1,37 euros) a 2,30 euros. Y lo mismo sucede con un litro de aceite de oliva, que cuesta en 2007 3,89 euros frente a las 385 pesetas (2,31 euros) de 2001.
Sin embargo, no sólo los productos alimenticios han sufrido esta excesiva subida de precios. El del tabaco y el alcohol, la entrada en museos, las matrículas de colegios y universidades han llegado a doblarse.
Desde la Confederación de Consumidores y Usuarios, (CECU) se atribuye este exceso inflacionista no solo al euro, también a la vivienda, que no entra dentro de la muestra del IPC en España, donde el 81% de las familias tiene una casa en propiedad.
Así, entre los productos alimenticios más solicitados por los hogares españoles, las carne de ternera es un 40% más cara. Si en 2001 costaba 1.660 pesetas (9,98 euros el kilo), ahora se sitúa entre los 12 y 14 euros (más de 2.000 pesteas). El kilo de tomates es hoy un 70% más caro al pasar de 228 pesetas (1,37 euros) a 2,30 euros. Y lo mismo sucede con un litro de aceite de oliva, que cuesta en 2007 3,89 euros frente a las 385 pesetas (2,31 euros) de 2001.
Sin embargo, no sólo los productos alimenticios han sufrido esta excesiva subida de precios. El del tabaco y el alcohol, la entrada en museos, las matrículas de colegios y universidades han llegado a doblarse.
Desde la Confederación de Consumidores y Usuarios, (CECU) se atribuye este exceso inflacionista no solo al euro, también a la vivienda, que no entra dentro de la muestra del IPC en España, donde el 81% de las familias tiene una casa en propiedad.
