El enemigo está en casa

Puede que sean los insectos más temidos dentro del hogar, no nos provocan picaduras, ni suelen hacer demasiado ruido, pero si nos descuidamos, cuando nos demos cuenta, se han ‘comido’ nuestra casa. Las termitas invaden hogares construidos con vigas, techos o revestimientos de madera, llegando al mobiliario y demás objetos que tengamos de este material.

Es un problema que afecta a gran número de hogares y si aún no ha entrado en el tuyo, puedes tomar una serie de precauciones para que nunca lo consigan. Las termitas viven en grandes colonias subterráneas y se cuelan por cualquier grieta o hueco que haya en los cimientos y crean túneles hasta llegar a la madera.

La primera medida que hay que tomar es tener bien aisladas las piezas de madera del contacto con el suelo y comprobar que las juntas de las paredes, puertas y techos están bien selladas. Según esta premisa, no es muy aconsejable amontonar leña, cajas de cartón, ni otros objetos o piezas de madera cerca de los cimientos. A pesar de que estos insectos se alimentan fundamentalmente de madera, necesitan vivir en espacios húmedos, de ahí que perforen en diferentes direcciones su alimento acercándose a la humedad. Así, tampoco es bueno que se acumule demasiada humedad alrededor de los cimientos.

Aunque llamar a expertos en eliminar estos insectos suele ser una medida tomada a posteriori, siempre es aconsejable que cada cierto tiempo se contrate a una compañía de control de epidemias para que trate las maderas de la casa de manera que dejen de ser un manjar para las termitas.

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