La cesta de la compra es probablemente la partida del presupuesto de los hogares sobre la que más atención se presta a la hora de apretarnos el cinturón, y para ajustar el gasto lo primero y fundamental es comparar los precios. Sin embargo ésta es una ardua y pesada tarea en la que no siempre obtenemos los mejores resultados.
En muchas ocasiones a la hora de hacer la compra vamos a ‘tiro hecho’ , incluso cuando vamos con el ‘chip’ del ‘bajo coste’, y entonces hacemos acopio de viandas y demás productos para el hogar en los supermercados que ya en alguna ocasión hemos constatado su imagen de ser los más económicos. Pero he aquí que sólo de la imagen de ‘barato’ no se puede vivir y parece que esto de la crisis les ha hecho ponerse las pilas a más de una gran superficie bajando sus precios. Empecinados en que se sepa que ellos también tienen precios asequibles se han lanzado a la batalla no sólo de precios, sino también mediática y los dos grandes contrincantes son Mercadona y Caprabo (cadena del grupo Eroski). Y es que el segundo se ha propuesto ‘demostrar’ que sus precios están a la altura de sus directos competidores y para ello ha presentado en todos sus supermercados ‘El Comparador’ de precios que permite confrontar a sus clientes su lista de precios con los de Mercadona (enseña con la que claramente los consumidores asocian ahorro y cesta de la compra), y devolverá a sus usuarios la diferencia.
Pero no es oro todo lo que reluce en la campaña de la cadena vasca de supermercados (con 359 establecimientos), y hay alguna que otra ‘trampa’, como la de que para acceder al mencionado ahorro que anuncia Caprabo es necesario pertenecer a su club de clientes y éstos deben hacerse previamente la tarjeta para saber qué productos le han salido más baratos respecto a la competencia. También, hay que señalar que sólo son 2.500 referencias de las que hay en los supermercados Caprabo los que se comparan, un número de productos muy inferior a los que el cliente puede encontrar en sus superficies y además, estos artículos sólo están previamente señalizados en algunos establecimientos, pero no en todos los Caprabo. De estos 2.500 productos comparados un 47% son de marca de fabricante –todos los que ofrecen ambas compañías–, un 35% son de marca propia y un 18% de productos frescos.
Otro de los inconvenientes de esta ‘promoción’ de Caprabo es que el ahorro que obtiene el usuario no se le aplica en la misma compra, sino en la siguiente así se le obliga a volver de nuevo.
En muchas ocasiones a la hora de hacer la compra vamos a ‘tiro hecho’ , incluso cuando vamos con el ‘chip’ del ‘bajo coste’, y entonces hacemos acopio de viandas y demás productos para el hogar en los supermercados que ya en alguna ocasión hemos constatado su imagen de ser los más económicos. Pero he aquí que sólo de la imagen de ‘barato’ no se puede vivir y parece que esto de la crisis les ha hecho ponerse las pilas a más de una gran superficie bajando sus precios. Empecinados en que se sepa que ellos también tienen precios asequibles se han lanzado a la batalla no sólo de precios, sino también mediática y los dos grandes contrincantes son Mercadona y Caprabo (cadena del grupo Eroski). Y es que el segundo se ha propuesto ‘demostrar’ que sus precios están a la altura de sus directos competidores y para ello ha presentado en todos sus supermercados ‘El Comparador’ de precios que permite confrontar a sus clientes su lista de precios con los de Mercadona (enseña con la que claramente los consumidores asocian ahorro y cesta de la compra), y devolverá a sus usuarios la diferencia.
Pero no es oro todo lo que reluce en la campaña de la cadena vasca de supermercados (con 359 establecimientos), y hay alguna que otra ‘trampa’, como la de que para acceder al mencionado ahorro que anuncia Caprabo es necesario pertenecer a su club de clientes y éstos deben hacerse previamente la tarjeta para saber qué productos le han salido más baratos respecto a la competencia. También, hay que señalar que sólo son 2.500 referencias de las que hay en los supermercados Caprabo los que se comparan, un número de productos muy inferior a los que el cliente puede encontrar en sus superficies y además, estos artículos sólo están previamente señalizados en algunos establecimientos, pero no en todos los Caprabo. De estos 2.500 productos comparados un 47% son de marca de fabricante –todos los que ofrecen ambas compañías–, un 35% son de marca propia y un 18% de productos frescos.
Otro de los inconvenientes de esta ‘promoción’ de Caprabo es que el ahorro que obtiene el usuario no se le aplica en la misma compra, sino en la siguiente así se le obliga a volver de nuevo.
