Declaración de la Renta y familia

El Barómetro de la Familia de la Fundación Acción Familiar ha publicado recientemente un estudio titulado “IRPF e igualdad de trato a las familias”, del que se desprenden datos muy interesantes sobre cómo afecta la declaración de la renta a los hogares de nuestro país. Según sus autoras, Mª Teresa López y Mónica Gómez de la Torre, el IRPF en España penaliza especialmente a la familia, sobre todo en aquellos casos en los que sólo trabaja uno de los dos cónyuges de la unidad familiar. De este modo, una familia en la que sólo cotiza uno de los miembros del matrimonio se ve obligada a pagar más impuestos que una en la que trabajan los dos componentes de la pareja, aunque los ingresos sean los mismos en ambos casos. En este tipo de situaciones, la mejor opción suele ser la tributación conjunta, aunque esta no sea una opción muy bien vista por la mayoría de los partidarios de la ideología de género.

Hay que señalar que esta forma de gravar deja en especial situación de desamparo a las mujeres que se dedican al hogar y que no por ello trabajan menos. Según se desprende del estudio -en el que también se han profundizado en la fiscalidad en las distintas Comunidades Autónomas- las familias en la que sólo trabaja un cónyuge tiene la mayor renta disponible en Valencia, Castilla y León y Galicia; mientras que la menor se obtiene en Extremadura, Castilla La-Mancha, Cantabria y Asturias.

Teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de la población española -con una tasa de natalidad por debajo de los 9 nacimientos por cada mil habitantes- no parece lógico penalizar fiscalmente a las muchas mujeres que trabajan en casa para cuidar de sus hijos. La OCED ya ha advertido de que en 2050 se duplicará, e incluso triplicará, el gasto público en personas mayores; por lo que ha animado a los países más afectados -Japón, Italia, Alemania y España- a que inviertan en políticas de apoyo a la familia.

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