Cuidado estival del jardín

En estos días de descanso también debemos cuidar de nuestro jardín y plantas. La vegetación de nuestra casa está expuesta a más horas y más intensidad de los rayos del sol, y su conservación tras el verano dependerá de las atenciones que le procuremos. No hace falta convertirse en esclavos de su cuidado, tan sólo deberemos seguir unos sencillos y fundamentales consejos para que no se resienta.

Regar. Si en otras épocas del año es importante, en verano regar es completamente indispensable para lograr que las plantas crezcan de manera óptima y tengan una floración abundantes. Por ello, en primer lugar, debemos procurar que el suelo o maceta no lleguen a estar nunca secos de todo.

Bien sea a través del riego por goteo o en cantidades abundantes, hay que tener en cuenta que el agua actúa como lupa con el sol, por tanto, deberemos rociar a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Lo más recomendable es regar abundantemente dos veces por semana: menos secaría las plantas, y más las podría ahogar ocasionando que se marchitasen.

Otros cuidados básicos. Además de regar, deberemos cortar las flores marchitas, para asegurar una segunda floración; quitar las flores mustias; echar un poco de abono a aquellas plantas que no abonamos en junio –época más indicada para ello-; o, ir atando las que por su tamaño y progresión de su crecimiento podrían ir arqueándose.

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