Cucharas frías

En el recetario tradicional español no faltan opciones para seguir disfrutando en el verano de deliciosas sopas y cremas adaptadas a las elevadas temperaturas, que son un modo nutritivo, refrescante y diferente de consumir frutas y verduras, asegurándonos un aporte correcto de nutrientes en una época en el que el calor puede mermar nuestro apetito.

En esta ocasión queremos obviar recetas harto conocidas como el gazpacho, el ajoblanco o la vichyssoise y hacer algunas sugerencias algo menos ‘populares’.

Empezaremos por una variación del clásico melón con jamón para elaborar una crema de melón con jamón. Esta receta hay quien se limita a, una vez limpio el melón, pasarlo por la batidora, dejar enfriar y servir muy frío con el jamón picado muy fino por encima. Sin embargo, si queremos darle un toque especial, empezaremos rehogando el melón con un poco de cebolla o puerro y tras añadir un poco de agua, y dejar al fuego unos minutos, ya trituramos y dejamos enfriar para servir con el jamón troceado.

Siguiendo con las frutas no podía faltar una de las reinas del verano, la sandia. Entre las distintas recetas de sopa de sandia, todas muy fáciles y rápidas de elaborar, hemos escogido una ya de simpleza máxima: Ponemos en la batidora la sandía –alrededor de kilo y medio (evidentemente pelada y limpia de pepitas)-, el zumo de un limón, unas hojas de hierbabuena (o menta en su defecto) y batimos. Añadimos una pizca de jengibre fresco rallado y crema agria (Crème fraîche, sour creme) y batimos de nuevo. Si no tenemos la crema agria podemos utilizar una mezcla de yogur natural y un poco de nata para montar.

Combinar frutas y verduras es toda una aventura. Sirva de ejemplo esta receta de sopa fría de calabaza y naranja, aunque en realidad debería llamarse sopa fría de calabaza y naranja con guacamole y cigalas…
Empezaremos por elaborar la sopa de calabaza, para lo que necesitaremos: ½ kilo de calabaza, 2 naranjas y 100 grs de queso fresco o cualquiera suave. Primero coceremos la calabaza que una vez hervida trituraremos junto al queso y al zumo de las naranjas, todo ello salpimentado.
La segunda parte del plato es el guacamole. Pelamos un aguacate y lo machacamos con un tenedor. Añadimos unas gotas de zumo de limón, un chorro de aceite de oliva y una pizca de sal, la cebolleta finamente picada y unos 8/10 tomates cherry troceados.
Penúltimo paso: pelar las cigalas y pasarlas por la plancha.
Ya sólo queda servir: Ponemos el guacamole en el plato y añadimos a su alrededor la sopa de calabaza y, encima de todo, las cigalas. Espolvoreamos con cebollino y ponemos un chorrito de aceite.

Para la última receta de esta ocasión, traspasamos nuestras fronteras para probar el borsch, una sopa fría de remolacha (aunque también se puede tomar caliente) típica de países como Polonia, Ucrania, Rusia y Lituania, con ciertas variaciones. Para su elaboración se hierven las remolachas con caldo de verduras o de carne (incluso se aceptan los cubitos), cebolla, patatas, zanahoria y apio. Se le añade un poquito de jugo de limón y se licua todo hasta obtener la consistencia más o menos líquida/cremosa que nos guste. Se puede servir añadiendo un chorro de crema ácida o nata espesa (si se prefiere, también puede usar queso crema o yogurt natural).

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