Covadonga, la cuna de la Reconquista

Covadonga es mucho más que un santuario, es también la ruta hasta llegar a la cueva, el primer parque nacional de España, la cuna de la Reconquista y ese camino de belleza indescriptible que empieza en el concejo de Cangas de Onís y que recorre los verdes paisajes de Los Picos de Europa.

Por eso, son también miles los planes que se pueden hacer en este recorrido: senderismo, excursiones, turismo gastronómico, voluntariado, visita al museo de la Santina, oración o simplemente pasar el día y disfrutar del encanto de este genuino paraje.

Si lo que os apetece es conocer este idílico lugar, en un día es más que suficiente para no perder detalle. A lo largo de la subida hacia la Basílica de Santa María la Real de Covadonga, podréis disfrutar del verde más puro de sus bosques, de los famosos lagos Enol y Ercina, que con un poco de suerte estarán adornados por la más pura nieve que hayáis visto o por un paisaje floral digno del mejor cuadro de Monet.

A pocos kilómetros de llegar al Santuario, no está permitido acceder en coche, por lo que el último tramo es un agradable paseo en el que suben y bajan peregrinos de todas las partes del mundo. Algunos, que han subido en coche o autobús hasta ese punto y otros que han hecho una de las diversas rutas a pie que incluye la excursión a Covadonga.

Nada más llegar, es difícil no quedarse con la boca abierta ante la majestuosidad de la Basílica. La mezcla de uno de los entornos naturales más bellos con la arquitectura neorrománica de la propia construcción de piedra caliza color rosa hace que todo el esfuerzo de la subida haya merecido la pena. En la explanada que la precede destaca el Obelisco con la Cruz de la Victoria, donde Don Pelayo fue coronado rey, su estatua de bronce, la campanona de nada menos que 3 metros de altura y 4000 kilos y el monasterio de San Pedro, monumento histórico artístico que también merece la pena conocer.

Pero ahí no acaba todo, aún queda visitar el interior de la Basílica, donde destaca la imagen de la Virgen, en el altar mayor. Un lugar de encuentro y recogimiento que estremece por la fe de sus visitantes.

Una vez fuera de la Basílica, de nuevo la neblina, alguna que otra tienda de suvenirs y el sonido de las gaitas, pero sin duda, aún queda lo mejor… la Santa Cueva, una gruta rocosa que conduce al lugar en el que la Virgen María se apareció, un sitio humilde, frío y húmedo que da nombre al Santuario, porque Covadonga quiere decir ”Cueva de la Señora”. Allí, nos aguarda una talla de la Santina, que así es como la llaman los asturianos, dispuesta a escuchar a aquellos que la recen con mucha fe o entonen su himno ”Bendita la Reina de nuestra montaña que tiene por trono la cuna de España y brilla en la altura más bella que el sol. Es Madre y es Reina, venid peregrinos que ante ella se aspiran amores divinos y en ella está el alma del pueblo español”

Y es que, Covadonga es el mismo paraíso en la tierra. El lugar donde los sueños se hacen realidad. El paisaje más bello, el olor a humedad, el calor de sus gentes, el sabor a estar de nuevo en casa, el sonido de una gaita, la emoción de tocar el cielo con las manos… Covadonga es la misma esencia de Asturias, y como dicen los asturianos haciendo referencia a la época de Don Pelayo ”Asturias es España, y lo demás es tierra conquistada”

 

Foto Santuario: Google Imágenes

Foto Virgen de Covadonga: Google Imágenes

Foto Cruz de Asturias: Google Imágenes

Foto Lagos: Google Imágenes 

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