El tiempo pasa volando. Parece que fue ayer cuando nos preparábamos para protegernos del sol veraniego, y ya tenemos que hacerlo para los efectos del frío en nuestra piel; porque cada estación requiere sus tratamientos específicos. Nadie duda que ante la llegada del calor sea necesario proteger la piel, sin embargo, cuando el frío llega para quedarse, solemos pensar que no necesitamos protección alguna, pero lo cierto es que su cuidado es igualmente imprescindible.
Con el frío la piel se seca más y pierde luminosidad. Tampoco nos benefician nada los cambios bruscos de temperatura, tan habituales en invierno (ya que pasamos del calor de los sitios cerrados, con calefacción, al frío exterior), muchas veces con el agravante del viento, lo cual es especialmente perjudicial para las pieles sensibles y maduras como la nuestra. Por ello la hidratación ha de ser exhaustiva. Quizá los cuidados sean básicamente los mismos las 4 estaciones del año, pero la clave es que en las estaciones frías recurramos a texturas más untuosas, aportando un extra de hidratación con el uso de mascarillas hidratantes un par de veces por semana. También conviene llevar siempre a mano un bálsamo reparador para labios o zonas sensibles, y aplicarlo con frecuencia. Y no olvidar nunca que aunque el sol no luzca, la aplicación de protector solar es obligatoria todos los días del año.
Hablamos con la periodista experta en belleza, Mamen Infante, que nos dice lo siguiente: «Es esencial seguir los consejos que nos da la Academia Española de Dermatología: hay que beber agua. Aunque no tengas sed, es importante beber suficiente para evitar la deshidratación de la piel. Alrededor de 2 litros diarios es el mínimo que el cuerpo necesita para mantener todas las funciones al día. También conviene recordar que alargar las duchas muy calientes es una de las costumbres invernales que afecta tu piel. El agua a temperaturas más altas afecta el manto hidrolipídico, dejando la piel sin su protección natural. Para preservar su estructura química, se recomiendan baños tibios o más rápidos y el uso de cosméticos de baño adecuados».
A continuación los 3 productos esenciales que Mamen recomienda tener en nuestro neceser:
1. Aceite de ducha Atoderm de BIODERMA
Alivia y protege de las agresiones externas gracias a su fórmula exclusiva compuesta de biolípidos vegetales, vitamina PP y la patente Skin Barrier Therapy. Los biolípidos vegetales alivian la sensación de opresión, aumentan la resistencia de la piel recreando la película protectora de la piel. La vitamina PP mediante la estimulación de la síntesis de lípidos, permite la reconstrucción de la barrera de la piel a largo plazo. La patente Skin Barrier therapy ™ previene biológicamente la unión de las bacterias (Staphylococcus aureus) responsables del agravamiento de la irritación de la piel.
2. Cuidado de día nutritivo de NIVEA
Hidratación intensiva y protección contra los factores externos para piel seca/sensible. Su fórmula, enriquecida con Aceite Natural de Almendras & Hydra IQ calma y aporta una hidratación intensiva durante todo el día. Además su textura nutritiva cuenta con FP15 protegiendo la piel de las agresiones externas y de su envejecimiento prematuro
3. Bálsamo labial ultra-hidratante Rêve de Miel de NUXE
Este bálsamo labial top en ventas con miel y aceites preciosos tiene una alta concentración de ingredientes que ayudan a nutrir, reparar, suavizar y proteger incluso en los labios más secos y dañados. De textura única y con un sutil sabor a refrescante pomelo. Al menos un 79,5 % de los ingredientes del bálsamo labial son naturales. Además, la fórmula está libre de parabenos.
Así que si hacéis caso de todos estos consejos las inclemencias meteorológicas no afectarán a nuestra piel. Que no nos pille desprevenidos: afrontemos el frío con mucho ánimo y con los mejores cuidados
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