Cómo ser el mejor abuelo-canguro

No es la primera que en Mayormente denunciamos la situación de algunos “abuelos canguro” que se ven superados por la carga que sus hijos les imponen respecto al cuidado de los nietos. Una vez más, queremos profundizar en este tema, que está de plena actualidad, y animaros a que los que, los que encontráis en situaciones parecidas, toméis cartas en el asunto y, si es necesario, busquéis ayuda.

Nuestro amigo y colaborador Franco Voli -Presidente Honorario de la Institución de Asuntos Culturales de España y escritor del libro “El arte de ser abuelos” – ha publicado estos días dos videos en la web “guiainfantil.com”; uno de ellos aborda el tema que nos ocupa, ofreciéndonos interesantes matices sobre la cuestión, mientras que el otro nos brinda alguna interesantísimas claves para sacarle el mayor provecho posible a la relación abuelo-nieto que se crea cuando los primeros se hacen cargo de los segundos.

No todos los abuelos canguro lo son por obligación, muchos se entregan felizmente al cuidado de sus nietos y son capaces de disfrutar al máximo de esta labor que puede suponer, tanto para los mayores de la casa, como para los más pequeños, una fuente inagotable de conocimiento y aprendizaje mutuo. Sin embargo, en caso de ser una actividad impuesta o de que el abuelo no tenga las fuerzas físicas suficientes para llevarla a cabo, el cuidado de los nietos puede desembocar en la frustración de los abuelos y dar lugar a una relación que, por el contrario, no conduce a nada bueno.

Sea como fuere, Voli nos insiste en el importantísimo papel que juega el abuelo en la familia y más concretamente en la vida y la formación del nieto quien, al pasar mucho tiempo junto a él, encuentra un modelo de actuación, un trasmisor de valores y a esa persona que le pone en contacto directo con sus antepasados y la historia de su familia.

Lo importante, a fin de cuentas, es intentar crear relaciones sanas entre los miembros de la familia; respetarse mutuamente, no imponer y, en el peor de los casos, tratar de convertir la obligación en afición.

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