Para la revista Forbes ser ricos es cuestión de que coincidan los astros y se den a la vez una serie de casualidades. Al menos eso es lo que da a entender esta publicación, famosa por realizar cada año un ranking de millonarios del mundo, que ha investigado en su base de datos de 657 millonarios hechos a sí mismos en busca de puntos comunes –familias, estudios, profesiones…- a todos ellos.
Aunque el estudio no tiene ningún carácter científico, Forbes considera que puede dar pistas sobre las razones de su éxito monetario. Así, parece que nacer en septiembre, tener unos padres con aptitudes para las matemáticas, dejar a medias la Universidad, trabajar para Goldman Sachs o pertenecer a la sociedad secreta Skull & Bones, pueden ser algunas condiciones favorables a convertirse en millonario.
Curiosamente, la mayoría de los ricos americanos nacieron en otoño y muchos de ellos durante el mes de septiembre; además, los progenitores de estos magnates han mostrado grandes habilidades con los números, una cuestión que debe ser hereditaria si vemos que sus vástagos consiguieron multiplicarlos de manera importante. Las profesiones más comunes entre los padres de los millonarios son ingeniero, contable o pequeño empresario.
En cuanto a la formación necesaria, parece que no es necesario licenciarse en nada en concreto, ni en general. De hecho, más del 20% de los millonarios que aparecen en los últimos rankigs – Gates, Streve Jobs, Michael Dell, Larry Ellison-, nunca ha comenzado la Universidad o no ha completado sus estudios. A pesar de ello, muchos de estos millonarios trabajaron para el banco de inversión Goldman Sachs al comienzo de sus carreras y desde ahí consiguieron lanzarla. También, ¿casualmente?, gran parte de ellos ha pertenecido a la sociedad secreta Skull & Bones.
