La naturaleza no deja de sorprendernos y, cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, descubrimos nuevos lugares tan asombrosos como bellos. A punto de alcanzar el mes de agosto, cuando más gente sale de viaje en busca playas y suaves temperaturas, os descubrimos algunos parajes de ensueño en los que darse un chapuzón, además de un placer, es todo un lujo.
Las piscinas naturales son, sin duda alguna, una de las singularidades de la naturaleza donde mejor se puede disfrutar de un buen baño.Queen’s Bath, situada en el Norte de Kauai, en Hawaii, es una de las más famosas; sólo se puede acceder a ella con marea baja pero, sin duda, merece la pena esperar para darse un buen chapuzón.
Pero no hace falta cruzarse el Atlántico para disfrutar de piscinas naturales. En Garachico, Tenerife, se puede acceder a una formación similar que, además, se encuentra situada justo al lado del Castillo de San Miguel, una pequeña fortaleza del siglo XVI. Un espectáculo único para darse un remojón en verano, mientras se disfruta de lo que la mano del hombre y la naturaleza pueden llegar a crear.
Para acceder a nuestra siguiente recomendación de hoy, sí será necesario realizar un buen viaje. Concretamente, hasta las Cataratas Victoria que, si ya de por sí son un espectáculo inigualable, pueden dejar sin palabras al ser contempladas desde la Piscina del Diablo, un estanque natural que se forma al borde de las mismas. Un espectáculo que, si bien no es apto para personas con vértigo, está considerado como uno de los más asombrosos del planeta.
Por último, nuestro periplo nos lleva hasta Aruba, también conocida como Cura di Tortuga, donde se halla una piscina natural rodeada de rocas y algunos de los terrenos más escarpados de la isla. Agua cristalina y mar en calma son lo más característico de este enclave, de complicado acceso, algo que lo convierte en un paraje todavía más fascinante.
