Caprichos en nuestra dieta

Los ‘caprichos’ en la alimentación deben ser eso: ‘lujos’ que nos permitimos con algunos productos que en cantidades mayores podrían ser muy perjudiciales para nuestra salud. Así como recomendamos hace unas semanas incluir en nuestra dieta algunos alimentos indispensables para estar saludables, en esta ocasión os recomendamos disminuir el consumo de otros de manera que no terminen siendo indispensables en nuestra mesa: signo de que hemos adquirido unos malos hábitos alimenticios.

Carnes rojas. Sobre todo en el caso de las mujeres, es recomendable no ingerir este tipo de carnes más de dos veces por semana, ya que, según algunos estudios médicos las que lo hacen tienen el doble de posibilidades de padecer cáncer de mama.

Maíz. En España se cultivan hasta 40 tipos de maíz transgénico diferentes y si bien (como ya os contamos en un artículo anterior) aún se desconocen los efectos que sobre nuestra salud pueden tener, el maíz siempre mejor en pequeñas cantidades y más si es ecológico.

Ni muy dulce ni muy salado. El azúcar que endulza nuestros platos son calorías vacías que no aportan ningún otro nutriente a nuestro organismo. Por tanto, si queremos prevenirnos de padecer debilidad en los huesos, cálculos en la vesícula y otras patologías, deberemos tratar de tomar menos de 50 gramos diarios de azúcar.

Con la sal ocurre lo mismo. El Consejo Europeo de Información sobre Alimentación aconseja tomar como máximo 5 gramos de sal al día ya que en su exceso se encuentra la raíz de enfermedades como la osteoporosis.Por ello, debemos desechar también aquellos productos alimenticios excesivamente salados.

Ahumados. Al preparar los pescados de esta forma se crea una sustancia altamente perjudicial para nuestra salud, la nitrosamina, que, además, puede afectar a la mucosa del estómago. Por tanto, lo recomendable es una ración semanal.

Y si incluímos dejar de fumar y beber alcohol en su justa medida, ¿para qué pedir más?

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