Caprichos de lujo

Pocas cosas pueden impresionar a un millonario para que se conviertan en objeto de sus deseos. Por ello, las principales marcas de lujo optan por estampar su firma en islas, hoteles o móviles, para que sus marcas den el toque de exquisitez y exclusividad requerido por tan exigentes clientes a utensilios que de otra forma pueden pertenecer a la vida cotidiana de la mayorías de los mortales.

Este es el caso de los teléfonos móviles. Millones de personas lo tienen, parece indispensable en estos tiempos, pero pocos pueden hacerse con las ediciones limitadas que han creado varios diseñadores en colaboración con marcas de telefonía. Y aunque muchos han dado ese salto a precios asequibles, otros han continuado construyendo sueños con sus productos.

Como ejemplo, Giorgio Armani y Prada con sendos diseños para Samsung y LG, respectivamente. Además de caracterizarse por la elegancia en las líneas e imagen del móvil, estos teléfonos incluyen los últimos avances aplicados a la telefonía, para satisfacer a los gustos más exquisitos y exigentes. Así, el primero incluye pantalla táctil, cámara digital de alta resolución, USB y todo tipo de lujos en 85 gramos. El segundo, no se queda atrás y, además de pantalla de LCD, ofrece la posibilidad de visualizar claramente todo tipo de documentos guardados en su memoria.

Viajar es otra de las pasiones de los millonarios que buscan en sus destinos el ‘más difícil todavía’. Así, pueden elegir entre hacer un inolvidable viaje a la luna, comprarse una paradisíaca isla, ocupar un Hotel de diseño con todos los lujos que se puedan imaginar, surcar los fondos marinos de la Tierra en su propio submarino, o hacer lo propio por el aire en jets privados personalizados.

Para los más clásicos, los tradicionales coches Rolls Royce, sinónimos de elegancia, glamour y riqueza, son un buen capricho navideño o, simplemente, adquirir una nueva mansión.

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