Si
está pensando en cambiar de casa pero su presupuesto no le alcanza en estos
tiempos de crisis, una opción es renovar su actual domicilio, aprovechando las
diferentes ayudas fiscales, subvenciones, etc.
El
primer empujón lo ha dado el Gobierno con el Decreto Ley aprobado el pasado 9 de abril dando el visto
bueno a una serie de ayudas fiscales para la rehabilitación de viviendas. A
partir de ahora a las obras de reformas se les aplicará un IVA reducido y se
elevará el límite de la renta a 53.000€ anuales, lo que significa que el 95% de
los contribuyentes podrá beneficiarse de una deducción de hasta el 10% del
importe de las obras que se realicen en la vivienda habitual hasta diciembre de
2012, el mismo plazo en el que estará vigente el IVA reducido, ampliándose el
límite máximo del coste de materiales hasta el 33% del precio de la actuación.
Hay
diferentes subvenciones según el tipo de rehabilitación y según las
distintas administraciones. Por ejemplo hay ayudas para mejorar el
acondicionamiento de habitabilidad o la distribución… Las hay para eliminar las
barreras arquitectónicas….
El
programa de ayudas para la mejora de la accesibilidad establece
que la gestión se realiza en cada comunidad autónoma, por lo que conviene
asesorarse en cada comunidad, en las delegaciones correspondientes de Vivienda y
Urbanismo, ya que el programa nacional se articula con las políticas
provinciales, que pueden incluso mejorar las condiciones iniciales.
Pero
además de las ayudas de las administraciones públicas, existen una serie de
ayudas financieras: son los préstamos convenidos
-préstamos concedidos
por entidades de crédito en condiciones más ventajosas que las habituales
gracias al acuerdo con el Ministerio de Vivienda- y las ayudas
económicas directas –como la subsidiación de los préstamos
convenidos, el abono de una cantidad fija (según el préstamo concedido) que
realiza el Ministerio de
Vivienda
subvenciones, etc.
algunas cajas de ahorros cuentan
dentro de su obra social con diferentes programas dirigidos a los mayores de 60 años que necesiten
adaptar su vivienda, de forma que se les conceden préstamos sin intereses ni
comisiones para eliminar o modificar
barreras arquitectónicas que limiten sus movimientos. Además de la edad se
suelen exigir algunos requisitos como tener reconocida una minusvalía de hasta
el 60% o superior y, en ocasiones, residir en una determinada comunidad
autónoma. Con este tipo de créditos se suele subvencionar especialmente las
adaptaciones de duchas, asideros y elevadores de inodoros. Es el caso de
entidades como Caja
Vital y Cajastur. Otra modalidad de las cajas puede ser los
pequeños
préstamos para financiar las obras de rehabilitación de una vivienda. Así,
discapacidad temporal o permanente que necesiten financiación para adquirir o
adaptar elementos, eliminar barreras arquitectónicas o contratar
servicios.
